Reflexiones sobre el papel de los gremios en el progreso y la seguridad en el Perú

Reflexiones sobre el papel de los gremios en el progreso y la seguridad en el Perú

Reflexión sobre gremios y gobierno en Perú destaca falta de diferenciación estatal y rol del sector asegurador en protección ante crisis y desastres. Medidas clave para reducir vulnerabilidad y fortalecer vínculo Estado-ciudadanía.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro

En una jornada de reflexión sobre la labor de los gremios y su impacto en el progreso del país y de los peruanos, se discutió acerca de las preocupaciones compartidas por los líderes empresariales en relación al bajo crecimiento económico, la baja legitimidad de las autoridades y el escaso apoyo a la democracia en el Perú. Se señaló que esta situación podría llevar a la población a buscar cambios en el gobierno sin importar las consecuencias, debido a la percepción de que el Estado no influye significativamente en su calidad de vida. Uno de los participantes resaltó que la inestabilidad en el país radica en la falta de diferenciación que el gobierno aporta a la vida de los ciudadanos, especialmente en lo referente a la prestación de servicios básicos como agua, seguridad, salud y educación. Esta percepción de irrelevancia gubernamental genera un desapego hacia la democracia y abre espacio para candidaturas populistas que ofrecen soluciones simplistas a los problemas estructurales de la economía. En este contexto, se planteó la importancia de que los gremios identifiquen iniciativas que realmente hagan la diferencia en la vida de las personas, sobre todo en aquellas áreas donde la población se siente más desatendida por el gobierno. En este sentido, se destacó el rol del sector asegurador como proveedor de protección financiera ante eventos que puedan impactar negativamente la economía de familias, empresas y gobiernos. Si bien tradicionalmente se asocia el seguro con la protección de la vida, la salud o los bienes materiales de particulares, se resaltó la importancia de concientizar sobre su capacidad para proteger a la población vulnerable ante situaciones catastróficas como pandemias, terremotos o inundaciones. Se identificaron dos áreas clave donde las políticas públicas podrían hacer la diferencia en la reducción de la vulnerabilidad de las personas: la protección de activos públicos que proveen servicios esenciales y la protección del activo privado más importante de los ciudadanos, su vivienda. En el caso de los activos públicos, se instó al Ministerio de Economía y Finanzas a desplegar herramientas financieras para asegurar la reconstrucción de colegios, hospitales y otras infraestructuras en caso de desastres de gran magnitud. Respecto a la protección de viviendas, se destacó la necesidad de implementar seguros que agilicen la indemnización a quienes pierden sus hogares en situaciones como desastres naturales, evitando así demoras en la entrega de ayuda. Estas iniciativas no solo tienen un impacto directo en la vida de la población vulnerable al asegurar su protección frente a eventos adversos, sino que también contribuyen a legitimar la labor de las autoridades al demostrar eficacia en la resolución de problemas concretos. En un contexto de descontento y desconfianza hacia las instituciones gubernamentales, acciones como estas pueden marcar la diferencia y fortalecer la relación entre el Estado y la ciudadanía.

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