Inversiones del Golfo Pérsico en Chile: una oportunidad económica en crecimiento

Inversiones del Golfo Pérsico en Chile: una oportunidad económica en crecimiento

La inversión del Golfo Pérsico en Chile crece lentamente, destacando sectores como energía e infraestructura, pero requiere mayor integración estratégica.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
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La reciente incursión de capitales provenientes de los países del Golfo Pérsico en Chile ha comenzado a tomar forma, aunque aún con un ritmo moderado. Esta tendencia se ha visto impulsada por la búsqueda de oportunidades de inversión en un país que se presenta como un destino atractivo para diversificar sus activos, particularmente en el contexto de una economía chilena que, si bien ha enfrentado desafíos, sigue ofreciendo oportunidades significativas en sectores claves como energía, infraestructura y seguridad alimentaria. La llegada de la petrolera estatal saudí Aramco a Chile, que ha estado involucrada en proyectos como el MUT de Tobalaba, marca un hito. Sin embargo, la falta de estadísticas precisas sobre las inversiones árabes en el país refleja el carácter esporádico y puntual de estas iniciativas. A pesar de que han existido transacciones millonarias, el flujo de inversiones aún no alcanza la magnitud de la inversión española o la actual ola de capital chino en la región. El interés de los países del Golfo en Chile no es nuevo. Desde la formación de la Development & Contracting Company S.A. por Abdullah Hasan Yabroudi en 1988 hasta la reciente compra de gasolineras Petrobras por parte de Aramco, las inversiones árabes han sido parte del paisaje económico chileno. Sin embargo, la mayoría de estas inversiones han sido más bien participaciones en empresas y no una inversión directa en nuevas iniciativas empresariales. Los países del Golfo, que han acumulado fortunas billonarias a través de la explotación petrolera, han establecido fondos soberanos que buscan rentabilizar sus activos en mercados internacionales. En este sentido, la presencia de fondos como el Abu Dhabi Investment Authority, que cuenta con cerca de 993 mil millones de dólares para invertir, demuestra la magnitud de los recursos que están dispuestos a movilizar. Los sectores de interés para estos inversores árabes son claros. La energía, en medio de su transición hacia fuentes renovables, la seguridad alimentaria, dado su alto nivel de importación de alimentos, y la infraestructura, son áreas donde se espera un mayor flujo de capital. La tecnología de desalinización de agua de Arabia Saudita, por ejemplo, se presenta como un campo fértil para la colaboración en Chile, que enfrenta retos en la gestión de recursos hídricos. A pesar de los avances, la distancia geográfica y la limitada representación diplomática son factores que dificultan una mayor integración. Chile carece de embajadas en varios de los países árabes, y aunque se ha dado un paso importante con la visita del Presidente Gabriel Boric a los Emiratos Árabes Unidos, la percepción de que Chile ha estado más centrado en Asia-Pacífico que en el Golfo plantea un desafío que debe ser superado para atraer más inversión. Los expertos en relaciones internacionales y comercio exterior apuntan a la necesidad de un enfoque más estratégico por parte de Chile para acercarse a estas monarquías. La firma de acuerdos económicos y la realización de visitas ministeriales pueden ser catalizadores para el crecimiento de este vínculo. Sin embargo, es necesario que el país muestre un compromiso genuino y sostenido para construir relaciones con los países del Golfo. La posibilidad de abrir una embajada en Arabia Saudita también se presenta como un paso positivo hacia el fortalecimiento de las relaciones bilaterales. La representación diplomática es fundamental para generar confianza y facilitar el diálogo entre los gobiernos y los sectores empresariales. Chile debe posicionarse como un socio estratégico en la región latinoamericana. En un contexto en el que otros países de la región han avanzado en la atracción de inversiones árabes, Chile tiene una oportunidad única de diferenciarse. Su imagen como un modelo de desarrollo en América Latina puede ser un fuerte atractivo para los inversionistas de Medio Oriente, quienes buscan diversificar sus carteras en mercados emergentes. La llegada de los petrodólares al país es un fenómeno que, aunque lento, tiene el potencial de transformar el panorama económico nacional. A medida que Chile se adentra en una nueva fase de colaboración con los países del Golfo, será crucial establecer una estrategia clara que promueva inversiones directas y duraderas, garantizando así el crecimiento y la diversificación de su economía. La ventana de oportunidad está abierta, y dependerá de las autoridades y del sector privado aprovecharla en su totalidad.

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