La lucha de los Sussex: ¿Están Harry y Meghan realmente libres de los lazos reales?

En un examen implacable de la vida de los Sussex tras su salida de la realeza, un reciente artículo de portada de Vanity Fair revela una narrativa que contradice el declarado deseo de Meghan Markle de distanciarse de la monarquía británica. El artículo, titulado "Dentro de las grandes ambiciones empresariales del príncipe Harry y Meghan Markle, cinco años después de su salida real", sugiere que, en lugar de seguir adelante, la pareja sigue enredada en los mismos protocolos reales de los que alguna vez intentaron escapar. Desde su reubicación en Estados Unidos, Meghan y Harry han adoptado una postura vocal en contra de sus roles anteriores dentro de la familia real, presentándose como víctimas de un sistema que supuestamente los maltrató. Sin embargo, los críticos señalan la ironía de su situación: muchas de sus oportunidades actuales y el interés público que generan provienen directamente de sus conexiones reales. Un ex-empleado de Spotify encapsuló este sentimiento perfectamente, señalando: "Lo que estás escapando es la razón por la que eres interesante". A pesar de sus afirmaciones de buscar libertad e independencia, la conexión continua de Meghan con el estatus real ha levantado cejas. La pareja ha sido vista participando en rituales reales, con Meghan permitiendo que jóvenes de los países de la Commonwealth le hagan una reverencia. Tales acciones contradicen sus afirmaciones de haber cortado lazos con la monarquía, llevando a sus detractores a cuestionar la autenticidad de su narrativa. Como observó Vanity Fair, "Si aún usas un título y desciendes en países de la Commonwealth o en desarrollo... no parece que hayas dejado atrás totalmente a la monarquía". El artículo también arroja luz sobre aspectos más preocupantes de la transición de la pareja a la vida privada, retratando a Meghan de manera poco halagadora. Vecinos en su acomodada comunidad de Montecito han informado que los han apodado "villanos locales", y varios ex-empleados han salido a describir sus experiencias trabajando con Meghan como perjudiciales para su salud mental. Un ex-miembro del personal comentó sobre el desafiante ambiente laboral, afirmando: "Ella está constantemente jugando a las damas... Cuando no estás, estás a merced de los lobos en cualquier momento". Tales retratos pintan un contraste marcado con la imagen que Meghan ha cultivado de sí misma como una defensora compasiva de la salud mental y el bienestar personal. Si bien Meghan no ha abordado públicamente estas acusaciones, una fuente cercana a los Sussex reveló que ella está "devastada" por los informes, subrayando aún más la lucha de la pareja en medio de un escrutinio continuo. Este último capítulo en la saga de los Sussex plantea preguntas sobre su futuro y si una verdadera autonomía de la familia real es alcanzable, o simplemente una fachada. A medida que la pareja continúa navegando por la vida bajo el escrutinio público, la revelación de sus lazos persistentes con la monarquía, junto con preocupantes alegaciones sobre su conducta personal, sugiere que el camino hacia una verdadera independencia puede ser más complicado de lo que les gustaría que el mundo creyera. En última instancia, queda por ver si pueden reconciliar su pasado con sus aspiraciones para el futuro o si están destinados a permanecer siempre atados a la institución que afirman haber dejado atrás.