Podemos denuncia la persistencia del franquismo en instituciones españolas actuales

Podemos denuncia la persistencia del franquismo en instituciones españolas actuales

Podemos denuncia la persistencia de estructuras franquistas en España y exige un referéndum sobre la monarquía, generando controversia política.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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En un contexto tenso y marcado por la memoria histórica, Podemos ha lanzado una contundente declaración que pone en el foco de la controversia la supervivencia de estructuras franquistas en la sociedad española actual. Durante una rueda de prensa, el portavoz del partido, Pablo Fernández, afirmó que el franquismo sigue vivo, especialmente dentro de instituciones como la monarquía, la justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Según él, el régimen que se instauró con la Constitución de 1978 no ha logrado desprenderse del "ADN franquista" que, según su análisis, aún permea en la política española. La crítica hacia la monarquía ha cobrado protagonismo en el discurso de Podemos, que la califica como una "herencia del franquismo". Este posicionamiento pone de relieve el desencanto que sienten con respecto a la transición democrática que, a su juicio, no se ha completado. Fernández subrayó que, aunque Franco falleció en la cama, esto no supuso el fin del franquismo, sugiriendo que muchas de las estructuras creadas durante su régimen continúan influyendo en la actualidad. Esta perspectiva plantea un reto importante para la narrativa oficial sobre la historia reciente de España. Además de cuestionar la legitimidad de la monarquía, el partido liderado por Ione Belarra ha exigido la celebración de un referéndum que permita a la ciudadanía decidir entre mantener la Jefatura de Estado actual o optar por una República. Aunque este referéndum no sería vinculante, los morados consideran que es esencial abrir el debate sobre la forma de gobierno en un país que, según ellos, aún arrastra el peso de su historia autoritaria. Fernández también criticó la decisión del Ejecutivo de no invitar a Podemos a los actos conmemorativos programados por el Gobierno Central para recordar el 50 aniversario de la muerte de Franco. Esta exclusión se suma a la de otros partidos como el Partido Popular y Vox, lo que ha llevado a cuestionar la inclusión y pluralidad en un evento que debería, a juicio de muchos, ser una oportunidad para la reflexión y el diálogo sobre el pasado reciente. Durante su intervención, el portavoz morado no escatimó en comparaciones potentes, afirmando que la figura del Rey Felipe VI y la dinastía de los Borbones representan para la democracia lo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, representa para el pacifismo. Con esta afirmación, Fernández busca ilustrar lo que considera una contradicción fundamental entre la monarquía y los valores democráticos que se pretenden celebrar en los actos conmemorativos. Cabe destacar que la controversia no solo se limita al papel de la monarquía, sino que también se extiende a la figura del rey emérito Juan Carlos I. Con la posibilidad de que asistiera a los actos, Fernández expresó su indignación ante la idea de homenajear a alguien a quien califica de "corrupto" y "ladrón". Este comentario ha generado un fuerte rechazo en algunos sectores, que ven en estas afirmaciones un ataque a la reconciliación nacional y a la estabilidad política. La situación se complica aún más cuando se considera que el PSOE, como sostenedor de la monarquía, ha sido objeto de críticas por parte de los morados. La coalición de Gobierno se enfrenta, así, a tensiones internas que podrían repercutir en la cohesión del Ejecutivo y en la percepción pública de su gestión. La diferencia de enfoques sobre la memoria histórica y la monarquía refleja una división más amplia en el espectro político español. Mientras la celebración de los actos conmemorativos se acerca, la falta de diálogo entre las distintas fuerzas políticas podría resultar en un evento poco representativo de la diversidad de opiniones que existen sobre la historia reciente del país. La invitación a Podemos, que fue excluida de la lista de asistentes, plantea interrogantes sobre el compromiso del Gobierno con un enfoque inclusivo en el tratamiento de temas tan sensibles. En este marco, la postura de Podemos se erige como una voz disonante en una sinfonía política que parece ignorar la necesidad de una revisión crítica y profunda de la historia franquista. La insistencia en que el franquismo sigue vivo podría ser vista como un llamado a la acción, una invitación a no olvidar los errores del pasado y a construir un futuro más justo y democrático. Con el país dividido y el debate sobre la forma de gobierno en la agenda, las palabras de Podemos resuenan como un eco de una historia no resuelta, un recordatorio de que el camino hacia la verdadera democracia aún presenta desafíos significativos.

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