Fallece Jocelyn Wildenstein, la controvertida "Catwoman" del jet set neoyorquino

Fallece Jocelyn Wildenstein, la controvertida "Catwoman" del jet set neoyorquino

Jocelyn Wildenstein, conocida como "Catwoman", falleció a los 84 años, dejando un legado de controversia en cirugía plástica y fama.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Jocelyn Wildenstein, célebre figura del jet set neoyorquino y protagonista de un controvertido capítulo en el mundo de la cirugía plástica, ha fallecido a los 84 años. De origen suizo, Wildenstein alcanzó notoriedad no solo por sus drásticos cambios estéticos, que le valieron el apodo de "Catwoman", sino también por su tumultuosa vida personal, que incluyó un divorcio mediático con el magnate del arte Alec Wildenstein. La noticia de su muerte fue confirmada por Lloyd Klein, su pareja desde 2003, quien reveló que Jocelyn falleció serenamente durante una siesta el pasado 31 de diciembre. La partida de Wildenstein marca el fin de una era para aquellos que siguieron su vida tanto en los tabloides como en las redes sociales, donde su figura se convirtió en sinónimo de la cultura de la celebridad de los años 90 y 2000. Nacida como Jocelyne Périsset en Lausana, Suiza, en 1940, Wildenstein se trasladó a Estados Unidos donde su vida se transformó drásticamente tras su matrimonio con Alec Wildenstein en 1977. La pareja tuvo dos hijos, Diane y Alec Jr., y gozó de una vida de lujos y excesos, aunque esto no fue suficiente para mantener su relación intacta. La separación, que comenzó en 1997 y culminó dos años después, fue una de las más costosas de la historia, generando un aluvión de especulaciones y titulares en la prensa. El divorcio no solo fue un asunto legal; se convirtió en un espectáculo mediático donde se revelaron detalles íntimos y escabrosos de la vida de la pareja. Alec Wildenstein, fallecido en 2008, tuvo que pagar a Jocelyn una suma astronómica de 2.500 millones de dólares, además de 100 millones anuales, un hecho que consolidó a Wildenstein como una de las mujeres más ricas del mundo tras su separación. La relación de Jocelyn con la cirugía plástica ha sido objeto de análisis y debate. Durante su matrimonio, afirmó que se sometió a múltiples procedimientos para complacer a su esposo, a quien le desagradaba la idea de estar con personas mayores. Sin embargo, Wildenstein también negó en varias ocasiones que su apariencia felina fuera resultado exclusivo de la cirugía, lo que la convirtió en un personaje intrigante y, en muchos aspectos, incomprendido. A pesar de las críticas y la controversia que la rodearon, Wildenstein mantuvo una presencia constante en el ámbito social, asistiendo a eventos de alto perfil y participando en la vida cultural de Nueva York. Su imagen, tanto venerada como vilipendiada, se convirtió en un símbolo de la búsqueda obsesiva de la juventud y la belleza en la sociedad contemporánea. A medida que el tiempo pasó, Jocelyn se convirtió en un ícono de la cultura pop, haciendo apariciones en programas de televisión y documentales que exploraban su vida y elecciones estéticas. Su historia reflejó no solo su deseo de ser amada, sino también los extremos a los que a veces se llega en la búsqueda de la aprobación social. El legado de Jocelyn Wildenstein va más allá de su apariencia física; representa una narrativa sobre la identidad, la percepción y las expectativas de la mujer contemporánea. Su vida ha suscitado reflexiones sobre la imagen personal en un mundo que constantemente exige cambios y adaptaciones. Su muerte deja un vacío en el mundo del espectáculo, donde su historia se entrelaza con las obsesiones y las realidades de la fama. A medida que el público recuerda su vida y sus elecciones, también se plantea la preguntas sobre lo que se considera belleza y los sacrificios que algunos están dispuestos a hacer en su búsqueda. La historia de Jocelyn Wildenstein es un recordatorio de que detrás de cada figura célebre hay una vida llena de complejidades y retos personales.

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