Aumento de Armas de Fuego Caseras: El Caso de Luigi Mangione Destaca el Dilema de las Armas Fantasma

Aumento de Armas de Fuego Caseras: El Caso de Luigi Mangione Destaca el Dilema de las Armas Fantasma

El arresto de Luigi Mangione por supuestamente asesinar a un CEO destaca el aumento de las armas de fuego caseras, complicando los esfuerzos de control de armas en EE. UU.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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En una clara ilustración de una creciente preocupación en el ámbito de la violencia armada, el reciente arresto de Luigi Mangione, sospechoso de asesinar al CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, ha puesto de relieve el alarmante aumento de las armas de fuego caseras en los Estados Unidos. La Policía de Altoona descubrió un arma de fuego impresa en 3D y un silenciador en posesión de Mangione, revelando una preocupante tendencia de armas no rastreables que las fuerzas del orden han encontrado cada vez más difíciles de combatir. Durante décadas, los métodos tradicionales de resolución de crímenes han dependido en gran medida del rastreo de armas de fuego a través de números de serie y bases de datos establecidas. Sin embargo, la aparición de las "ghost guns"—armas de fuego fabricadas con impresoras 3D—ha cambiado el panorama del crimen armado. Una vez consideradas una novedad, estas armas están volviéndose prevalentes, con arrestos relacionados con armas de fuego impresas en 3D que se han triplicado en los últimos años. Las agencias federales recuperaron más de 25,000 armas caseras en 2022, un aumento asombroso desde solo 1,600 en 2017. Los expertos advierten que, a medida que la calidad de las impresoras 3D mejora y los precios disminuyen, el potencial de que estas armas se conviertan en un elemento básico en actividades criminales está en aumento. Las implicaciones de esta tecnología van más allá de las simples armas de fuego. Con la capacidad de crear componentes de armas e incluso dispositivos que convierten armas estándar en fuego automático, las herramientas para crear caos son ahora más accesibles que nunca. El caso de Mangione es un ejemplo evidente de la amenaza que representan tales dispositivos. El marco de estilo Glock impreso en 3D que supuestamente utilizó fue hecho con materiales fácilmente disponibles, y la fácil adquisición de las piezas necesarias dificulta que las fuerzas del orden rastreen el origen de estas armas. Mientras el gobierno federal lidia con este problema, el enfoque fragmentado de la regulación varía ampliamente de un estado a otro. Aunque el presidente Biden ha tomado medidas para abordar el aumento de las ghost guns mediante el establecimiento de un Grupo de Trabajo sobre Amenazas Emergentes de Armas de Fuego, el marco regulatorio existente sigue siendo irregular. Actualmente, solo 15 estados tienen leyes que rigen la posesión y fabricación de ghost guns. Muchos defensores de los derechos de armas argumentan que los intentos de regular las armas de fuego caseras amenazan los derechos constitucionales de los ciudadanos respetuosos de la ley. El crecimiento de las armas de fuego impresas en 3D plantea preguntas críticas sobre la seguridad pública y la eficacia de las leyes actuales sobre armas. A medida que las fuerzas del orden luchan por adaptarse a este nuevo paradigma, el potencial de un escenario de "Lejano Oeste" se vuelve más evidente. El desafío radica en crear regulaciones integrales que puedan abordar eficazmente la naturaleza única de estas armas sin infringir los derechos de los individuos a crear y utilizar armas caseras de manera responsable. Expertos como David Pucino del Giffords Law Center enfatizan que los incidentes que involucran armas impresas en 3D, como el que supuestamente se utilizó en el caso de Mangione, no son eventos aislados, sino indicativos de un problema sistémico más amplio. Las posibilidades de lo que se puede crear con la tecnología de impresión 3D plantean profundas preocupaciones sobre el futuro del control de armas y la seguridad pública. A medida que la sociedad lidia con las implicaciones de estos avances, el discurso en torno a los derechos de armas y las regulaciones sin duda se intensificará. El caso de Luigi Mangione sirve como un presagio de los desafíos que se avecinan, ilustrando la urgente necesidad de reconsiderar cómo Estados Unidos aborda la regulación de las armas de fuego en la era de la impresión 3D.

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