Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Se ha declarado un estado de emergencia en Vanuatu tras un devastador terremoto de magnitud 7.3 que golpeó las costas del archipiélago del Pacífico Sur el martes 17 de diciembre. El terremoto ha dejado a la ciudad capital de Port Vila en ruinas, lo que ha llevado a esfuerzos de respuesta inmediatos por parte de las autoridades locales y organizaciones de ayuda internacional. Los testigos han descrito escenas desgarradoras tras el sismo. Milroy Cainton, un residente local, capturó imágenes que revelan daños significativos en toda Port Vila, incluyendo un edificio colapsado en la Ruta a Mele. Cainton informó que la estructura cayó sobre miembros del personal que trabajaban en una tienda cercana, atrapándolos bajo los escombros. Hasta la mañana del miércoles, los esfuerzos de recuperación se han visto gravemente obstaculizados debido al difícil acceso al lugar y a la falta de equipo y personal especializado, dejando a las familias desesperadas por noticias de sus seres queridos. Trágicamente, la Oficina Nacional de Gestión de Desastres confirmó que al menos 14 personas han perdido la vida como resultado del terremoto, con más de 200 recibiendo tratamiento por diversas lesiones. Entre las víctimas, se informó que una mujer fue encontrada fallecida por su familia después de que un enorme tanque de agua, que contenía 3,000 litros de agua, colapsara sobre ella. Este incidente particular destaca los graves peligros que enfrentaron los residentes durante el terremoto. En respuesta a la situación en aumento, las autoridades han declarado un estado de emergencia de siete días, que incluye un toque de queda establecido de 6 PM a 6 AM. Esta medida está destinada a mantener el orden y facilitar los esfuerzos de ayuda mientras la comunidad lidia con las secuelas del desastre. A medida que los equipos de recuperación se movilizan y la ayuda comienza a fluir hacia la región, el enfoque ahora se centra en garantizar la seguridad y el bienestar de los afectados. Los próximos días serán críticos para determinar la magnitud de los daños y el apoyo necesario para ayudar a los residentes de Port Vila a reconstruir sus vidas después de este evento catastrófico.