Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El viaje político de Michel Barnier lo ha llevado desde las desafiantes negociaciones del Brexit hasta posicionarse ahora como un posible candidato para el cargo de primer ministro de Francia. Su evolución de una figura a menudo vista con escepticismo por sus compatriotas a un contendiente destacado en la política francesa está marcada por cambios significativos tanto en la percepción como en la postura política. Inicialmente, pocos en Francia tenían grandes esperanzas para Barnier cuando fue lanzado al centro de atención como el negociador jefe de la UE para el Brexit en 2016. La selección fue sorprendente para muchos, especialmente después de que su intento anterior de asegurar la presidencia de la Comisión Europea terminó en derrota. Los críticos lo habían visto durante mucho tiempo como una figura algo superficial, describiéndolo en términos despectivos que resaltaban una supuesta falta de profundidad intelectual. Sin embargo, en los pasillos de Bruselas, Barnier era respetado por su enfoque diligente y metódico, el cual se volvió crucial en los tumultuosos días posteriores al referéndum del Reino Unido para salir de la UE. A lo largo de las prolongadas negociaciones, la calma de Barnier contrastaba marcadamente con la turbulencia del panorama político británico. Navegó entre un elenco rotativo de líderes británicos, demostrando una notable capacidad para mantener la compostura mientras trabajaba hacia lo que él mismo denominó un "divorcio costoso y doloroso." Su papel iba más allá de la mera negociación; fue fundamental para reunir consenso entre los 27 estados miembros de la UE, asegurando un frente unido mientras el bloque lidiaba con las implicaciones sin precedentes del Brexit. Cuando finalmente se aseguró el acuerdo comercial post-Brexit en diciembre de 2020, Barnier se había convertido en un rostro familiar, no solo en la política europea, sino también en los hogares de ciudadanos tanto del Reino Unido como de la UE. Su anuncio del acuerdo, entregado con la característica compostura, marcó la culminación de un complejo y arduo proceso de negociación, que se comparó metafóricamente con conquistar una montaña. Sin embargo, una vez que se secó la tinta del acuerdo del Brexit, el enfoque de Barnier se trasladó hacia la política interna. En 2021, buscó la candidatura conservadora para las elecciones presidenciales francesas de 2022, adoptando un tono más agudo en sus críticas al presidente Emmanuel Macron. Esta fase de su carrera lo vio despojarse de la imagen del tecnócrata consumado de la UE, adoptando una retórica populista que resonó con los votantes desencantados. Abogó por políticas de inmigración estrictas y cuestionó la autoridad de los tribunales europeos, movimientos que sorprendieron a muchos y sugirieron una adaptación estratégica al cambiante panorama político. El giro de Barnier hacia posturas más populistas es interpretado por algunos como un reflejo de las lecciones aprendidas del Brexit, donde el sentimiento público influyó en decisiones políticas críticas. En un clima donde el nacionalismo y el escepticismo hacia la UE están en aumento, el enfoque de Barnier busca alinearse con el estado de ánimo del electorado, posicionándolo como un formidable candidato para la primera magistratura de Francia. A medida que Barnier continúa navegando las complejidades de la política francesa, su viaje sirve como una narrativa convincente de reinvención y ambición, ilustrando cómo un político experimentado puede adaptarse y evolucionar en respuesta a desafíos y oportunidades. La pregunta que queda es si esta metamorfosis resonará con los votantes en las próximas elecciones, mientras Barnier intenta hacer la transición de la mesa de negociaciones al más alto cargo político en Francia.