Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que se acercan los Juegos Paralímpicos de París 2024, la levantadora de potencia Lottie McGuinness se está preparando para enfrentar su mayor desafío hasta ahora, un viaje marcado por la resiliencia y la transformación. Reflexionando sobre su camino, McGuinness lo describió como una "larga batalla en ascenso", pero una que, en última instancia, la llevó a una vista extraordinaria, tanto literal como metafóricamente. El camino hacia la prestigiosa competencia internacional ha sido todo menos sencillo para la atleta. "En un momento, pasé por un mal momento en el deporte", admitió, reconociendo la autocrítica que la atormentó durante tiempos difíciles. Este período de incertidumbre la llevó a una encrucijada donde cuestionó su futuro en el levantamiento de potencia. Sin embargo, salir de esa fase difícil no solo revitalizó su amor por el deporte, sino que también la moldeó en una persona más fuerte. "Salí del otro lado siendo una mejor persona", afirmó, declarando con orgullo que el levantamiento de potencia es el "mejor trabajo del mundo". En los últimos cinco años, McGuinness ha logrado avances notables en su rendimiento, levantando pesos que una vez pensó que estaban más allá de su alcance. Ha progresado de levantar 40 kg a impresionantes 104 kg, un testimonio de su arduo trabajo y dedicación. Notablemente, en solo dos años, ha añadido 20 kg a sus levantamientos. "Realmente me ha hecho enamorarme del deporte nuevamente", expresó, su entusiasmo palpable mientras se prepara para los desafíos que vienen. La piedra angular de su entrenamiento ha sido su gimnasio improvisado en un granero junto a su hogar en los pintorescos Yorkshire Dales, un proyecto nacido de la necesidad durante la pandemia de COVID-19. "Cuando se anunció el confinamiento, conseguí algo de equipo básico de gimnasio, algunas bandas de resistencia y pesas pequeñas", recordó McGuinness. A pesar del frío y la soledad de entrenar sola, rápidamente se adaptó a su entorno. "En invierno, el granero es frío, se pone helado allí. Cuando hace mal tiempo y está oscuro, es difícil entrar, pero tienes que adaptarte", comentó, ilustrando su perseverancia ante la adversidad. Si bien el entrenamiento sigue siendo su enfoque principal, McGuinness equilibra sus esfuerzos atléticos con un trabajo a tiempo parcial en el NHS, un rol que valora. "Hacer deporte como trabajo es bastante genial", reflexionó, abrazando los dos aspectos de su vida que le permiten contribuir a su comunidad mientras persigue su pasión. A medida que se acercan los Juegos Paralímpicos, Lottie McGuinness está lista, no solo como atleta, sino como un símbolo de resiliencia y determinación. Su viaje inspira no solo a aquellos dentro de la comunidad de levantamiento de potencia, sino también a cualquiera que enfrente sus propias batallas en ascenso. Con la vista firmemente puesta en París, McGuinness está lista para mostrar no solo su fuerza, sino el increíble espíritu que la impulsa hacia adelante.