Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En el mundo de la NFL, donde la presión es alta y los resultados son primordiales, la dinámica entre Brian Flores y Ryan Grigson ha florecido en una asociación refrescante e inesperada para los Minnesota Vikings. Su camaradería se mostró vívidamente después de que los Vikings aseguraran una emocionante victoria de 27-24 sobre los Seattle Seahawks, marcando un momento significativo en el camino del equipo hacia la contienda por los playoffs. El abrazo compartido entre Flores, el coordinador defensivo, y Grigson, el vicepresidente senior de personal de jugadores, significó no solo un vínculo personal, sino también el cambio positivo en la fortuna de una franquicia que aspira al Super Bowl. El entrenador Kevin O'Connell, quien supervisa las operaciones de los Vikings, elogió al dúo por sus contribuciones al rendimiento del equipo esta temporada. “Han ayudado a establecer un estándar que nos ha llevado a ganar muchos partidos de fútbol”, señaló O'Connell, reconociendo los papeles fundamentales que ambos hombres desempeñan en el resurgimiento de los Vikings. Con un récord de 14-3, los Vikings se han posicionado como contendientes legítimos, y su éxito se puede atribuir a la sinergia entre Flores y Grigson. El camino hasta este punto no ha estado exento de pruebas. Tanto Flores como Grigson han enfrentado su parte de controversias y reveses en el pasado. Grigson, quien alguna vez fue visto como un paria después de que su mandato con los Indianapolis Colts terminara en despido debido a decisiones cuestionables de personal y un estilo de gestión desafiante, se ha redefinido en Minnesota. De manera similar, Flores, quien fue despedido como entrenador en jefe de los Miami Dolphins, ha emergido como un líder respetado, convirtiendo la defensa de los Vikings en una de las unidades más duras de la liga, conocida por sus esquemas innovadores y su juego agresivo. Sus respectivos pasados sirven como telón de fondo para su actual asociación. Flores es elogiado por su habilidad para conectar con los jugadores, descrito como un "entrenador de jugadores" por el ala defensiva Jonathan Greenard, mientras que Grigson ha transformado su enfoque hacia la evaluación de jugadores, enfatizando la colaboración y la inclusión. “No es mi defensa, es tu defensa,” recuerda Flores a menudo a sus jugadores, fomentando un ambiente de comunicación abierta y respeto mutuo. A medida que se acercan los playoffs, ambos hombres también están siendo observados para posibles roles de entrenador en jefe y gerente general en otros lugares, pero se mantienen enfocados en sus responsabilidades actuales. Flores está entre los candidatos para posiciones con los New York Jets y los Chicago Bears, mientras que Grigson se prepara para entrevistarse para el puesto de GM vacante de los Jets. Su éxito en Minnesota ha reavivado sus carreras, permitiéndoles recuperar su narrativa en el mundo del fútbol. Lo que es particularmente notable sobre su relación es cómo refleja una evolución personal. Flores atribuye sus etapas bajo leyendas del entrenamiento como Mike Tomlin y Bill Belichick por moldear su estilo de liderazgo, mientras que Grigson ha aprendido la importancia de la vulnerabilidad y la colaboración. “Tienes que ser lo suficientemente vulnerable y mente abierta para atraer a alguien que sea realmente bueno en esta área,” dijo Grigson, destacando las lecciones que ha aprendido de su tiempo fuera del foco. Flores hace eco de este sentimiento, reconociendo su propio crecimiento como entrenador. “Creo que he evolucionado y aprendido de esos errores,” declaró, reflexionando sobre sus primeros días en Miami. “Creo que soy un entrenador mucho mejor ahora de lo que era hace tres o cuatro años.” Su bromance, subrayado por el respeto mutuo y experiencias compartidas, se ha convertido en una característica definitoria del éxito de los Vikings. A medida que se preparan para enfrentar a los Los Angeles Rams en la ronda de playoffs de comodines, la asociación entre Flores y Grigson no se trata solo de logros profesionales; es un testimonio del crecimiento personal y del poder del liderazgo colaborativo. Los Vikings pueden ser considerados como desvalidos en la carrera por los playoffs, pero con Flores y Grigson al mando, están demostrando que un fuerte vínculo y un compromiso con la mejora continua pueden allanar el camino hacia el éxito, tanto dentro como fuera del campo. El abrazo en el Lumen Field fue más que un momento de celebración; fue un símbolo de esperanza y resiliencia ante la adversidad.