Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La noche ibérica organizada por el Centro Español del Perú se convirtió en un evento inolvidable, donde la cultura y la gastronomía española se entrelazaron con la calidez de la comunidad peruana. Este encuentro, diseñado especialmente para cuatro miembros de la comunidad de suscriptores de El Comercio, ofreció una experiencia única que celebró la identidad hispánica en un ambiente de confraternidad y disfrute gastronómico. La cita comenzó puntualmente a las 7:00 p.m., cuando Antonio Cerezo, gerente general del Centro, recibió a los asistentes con un tradicional tinto de verano y una tapa de ensaladilla rusa. Este gesto de bienvenida no solo fue un deleite para el paladar, sino que también marcó el inicio de una velada que prometía ser rica en sabores y cultura. Cerezo, con su entusiasmo contagioso, invitó a los suscriptores a un recorrido por las instalaciones del Centro, una auténtica ventana de España en medio de Lima. Los participantes, acompañados de sus seres queridos, se sintieron como en casa mientras exploraban diferentes salones y espacios dedicados a la cultura española. Se detuvieron a observar clases de flamenco, un arte que evoca la pasión y la historia de España, y visitaron el teatro "Antonio Banderas", donde la magia del cine y el teatro se fusionan. La biblioteca, un lugar lleno de conocimiento y cultura, y los juegos para niños también fueron parte de esta emotiva travesía. En un ambiente de camaradería, Santi Lesmes, director de cultura del Centro, compartió con los asistentes las diversas actividades que se realizan en este punto de encuentro cultural. Su cálida bienvenida y explicaciones detalladas hicieron que los suscriptores se sintieran aún más conectados con el legado español presente en el Perú. Luego de este recorrido, llegó el momento más esperado: la cena. Un salón, preparado con esmero y exclusividad para solo ocho comensales, se convirtió en el escenario perfecto para una experiencia culinaria excepcional. Bajo la tutela de Javier García, jefe del restaurante del Centro, se sirvió un menú que hizo vibrar los sentidos, con platillos emblemáticos de la gastronomía española. Desde el pulpo a la gallega y los langostinos malagillos hasta la emblemática tortilla española, cada bocado transportó a los asistentes a un viaje culinario por las tierras ibéricas. El festín continuó con una selección de delicias como el queso y jamón ibérico, callos a la madrileña y carrillera, culminando con una irresistible tarta de queso. Este banquete se vio realzado por una cuidada selección de vinos, incluyendo Mara Godello y Malabestia Crianza, que aportaron un toque de sofisticación y maridaje perfecto a cada plato. Durante la cena, la conversación fluía como el vino, con risas y anécdotas que fortalecieron los lazos entre los asistentes. La posibilidad de compartir una experiencia tan rica en sabor y cultura fue un recordatorio de que, aunque las raíces culturales pueden diferir, hay un hilo común que une a las personas a través de la gastronomía. “No existe la comida española sin la peruana”, comentó García al cierre, enfatizando la rica fusión que se da en la mesa. Las fotografías tomadas durante la velada no solo inmortalizaron momentos, sino que también capturaron la esencia de la integración y la alegría que se vivió esa noche. Los obsequios entregados por el decano del Centro sumaron un toque especial, convirtiendo la experiencia en un recuerdo inolvidable para todos los participantes. Finalmente, esta noche ibérica en el Centro Español del Perú no solo fue una celebración de la gastronomía, sino también un testimonio del poder de la cultura para unir a las personas. El evento dejó claro que, a través de la comida y la convivencia, se pueden construir puentes entre las culturas, fortaleciendo los lazos de amistad y entendimiento en un mundo cada vez más globalizado. Si tú también deseas ser parte de estas experiencias únicas, no olvides suscribirte a El Comercio. Quizás seas el próximo afortunado en disfrutar de una velada que explore y celebre la riqueza cultural y gastronómica que España y Perú tienen para ofrecer.