Planta de Jengibre Rara Florece en el Castillo de Lullingstone, Celebrando la Historia y la Horticultura.

En una encantadora revelación botánica, el Castillo de Lullingstone en Kent está celebrando la florecimiento sin precedentes de una planta rara que ha eludido durante mucho tiempo el cultivo en el Reino Unido. Por primera vez, los visitantes podrán disfrutar de la vista de Hedychium wardii, un llamativo jengibre de flores amarillas, que actualmente está en plena floración justo a tiempo para el esperado Fin de Semana de Cazadores de Plantas. Esta planta exótica tiene una historia fascinante. Originalmente traída a Inglaterra desde India en la década de 1930 por el renombrado explorador de plantas Frank Kingdon-Ward, conocido como el "último gran cazador de plantas", Hedychium wardii ha permanecido como una novedad en los jardines británicos durante décadas. La llegada de la planta marca un hito significativo para los horticultores y los entusiastas de las flores, ya que rara vez se ve prosperando en el clima del Reino Unido. Tom Hart Dyke, el estimado botánico y propietario del Jardín Mundial del Castillo de Lullingstone, expresó su entusiasmo por la floración. Describió a Hedychium wardii como un "fantástico jengibre" que se distingue no solo por sus vibrantes pétalos amarillos, sino también por su cautivadora fragancia que se vuelve más pronunciada por la noche. Este aspecto sensorial añade una capa encantadora a la experiencia del visitante, particularmente durante las horas de la tarde del evento del fin de semana. El Fin de Semana de Cazadores de Plantas promete ser una celebración de la exploración y el descubrimiento hortícola, atrayendo a entusiastas ansiosos por aprender sobre la multitud de plantas que se han introducido en los jardines británicos a lo largo de los años. Los visitantes tendrán la oportunidad de interactuar con expertos, participar en talleres y, por supuesto, contemplar la impresionante exhibición de Hedychium wardii. A medida que el jardín florece con esta inusual flor de jengibre, sirve como un recordatorio del legado perdurable de los cazadores de plantas que han dedicado sus vidas a descubrir y nutrir los tesoros botánicos del mundo. La floración de Hedychium wardii no solo enriquece el Castillo de Lullingstone, sino que también encarna el espíritu de exploración y la alegría de la jardinería que continúa inspirando tanto a horticultores aficionados como a experimentados en todo el país.