Manchester United busca un histórico estadio de 100,000 asientos para revolucionar el fútbol.

Manchester United busca un histórico estadio de 100,000 asientos para revolucionar el fútbol.

El Manchester United planea un nuevo estadio de 100,000 asientos, con el objetivo de mejorar la comunidad y los ingresos, pero enfrenta importantes desafíos financieros y de construcción.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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La perspectiva de que el Manchester United construya un nuevo estadio de 100,000 asientos marca un momento histórico en el fútbol inglés, un objetivo que no se ha alcanzado desde que se vio la última multitud de más de 100,000 personas en Wembley en 1985. A medida que la asistencia a los partidos continúa aumentando, las limitaciones de las capacidades de los estadios existentes se han vuelto cada vez más evidentes. Old Trafford, con su capacidad actual de 75,000, ya no es suficiente para satisfacer la demanda de entradas, especialmente para uno de los clubes más populares del mundo. Los ambiciosos planes podrían llevar a United a iniciar la construcción de un nuevo recinto que superaría las capacidades de cualquier estadio inglés actual, incluyendo la recientemente completada arena de 63,000 asientos del Tottenham Hotspur. El costo proyectado de esta monumental empresa se sitúa en alrededor de £2 mil millones, una suma que provoca tanto emoción como preocupación entre los interesados. Con un plazo de construcción estimado entre seis y diez años, el proyecto promete transformar no solo al club, sino también a la comunidad circundante en Trafford Park y Salford Quays. A la cabeza de esta iniciativa se encuentra Sir Jim Ratcliffe, quien ve este desarrollo como una “oportunidad única en un siglo”. El proceso de consulta, impulsado por el Grupo de Trabajo de Regeneración de Old Trafford bajo la dirección de Lord Sebastian Coe, se centra no solo en el estadio en sí, sino en crear un distrito vibrante que ofrezca más que solo experiencias en días de partido. Los expertos enfatizan que un estadio moderno debe servir como un catalizador para el desarrollo económico local, mejorando la zona con parques, tiendas y espacios de oficinas, todo diseñado para atraer visitantes durante todo el año. Las perspectivas arquitectónicas de empresas con experiencia en proyectos monumentales, como HKS, destacan la necesidad de integrar el estadio en su contexto urbano. Alex Thomas, director de diseño en HKS, explica que un nuevo recinto no puede simplemente ser colocado en una ciudad; debe realzar la localidad y proporcionar múltiples usos que involucren a la comunidad a diario. El modelo exitoso del SoFi Stadium en Los Ángeles, que incorpora parques y lugares de entretenimiento, sirve como un ejemplo notable de lo que podría imitarse en Manchester. Sin embargo, los desafíos de un proyecto tan ambicioso no pueden pasarse por alto. Las implicaciones financieras son asombrosas. Incluso las expansiones más pequeñas pueden tener precios elevados; por ejemplo, se ha estimado que una actualización teórica para aumentar la capacidad de un recinto de 40,000 asientos en solo 6,000 asientos más costaría £116 millones. A medida que los costos continúan aumentando debido a la inflación y el incremento de precios de los materiales, mantenerse dentro del presupuesto para una instalación de última generación se convierte en una tarea formidable. En el ámbito financiero, las vías para financiar este proyecto son variadas. Si bien el Manchester United tiene un fuerte flujo de ingresos, principalmente de sus operaciones en días de partido, los costos asociados con un recinto de gran escala requerirán una cuidadosa planificación financiera y posiblemente inversión externa. Explorar los derechos de nombre y asociaciones similares a las empleadas por el Tottenham Hotspur podría proporcionar recursos adicionales. En última instancia, la viabilidad del nuevo estadio depende de un delicado equilibrio entre los beneficios financieros proyectados y los costos reales involucrados en la construcción y el mantenimiento. Con estimaciones que sugieren el potencial de que los ingresos en días de partido superen los £200 millones anuales con la mayor capacidad, los incentivos financieros a largo plazo son significativos. A medida que los planes se desarrollan, el Manchester United se enfrenta al doble desafío de garantizar que el estadio no solo satisfaga las necesidades del club, sino que también se convierta en una parte integral de la comunidad. El próximo año será crucial para determinar cómo estos ambiciosos planes pasan de ser sueños a realidad, con los ojos del mundo del fútbol observando de cerca. Si se ejecuta con éxito, este proyecto podría transformar no solo al Manchester United, sino también el panorama del fútbol inglés para las generaciones venideras.

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