Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El nuevo hotel de Mohamed VI En el vibrante distrito Art Decó de Casablanca, se alza una imponente torre de 23 pisos que, a simple vista, podría pasar desapercibida entre la arquitectura circundante. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que este edificio alberga desde abril pasado al Royal Mansour Casablanca, el segundo hotel de cinco estrellas propiedad de la familia real marroquí. Con una historia que se remonta a su inauguración en 1953 como el primer hotel de su categoría en la ciudad, esta joya arquitectónica ha sido sometida a una ambiciosa renovación que ha devuelto todo su esplendor original con un estilo Art Decó renovado. Al adentrarse en el número 27 de la Avenida de las Fuerzas Armadas Reales, los visitantes se ven inmersos en un mundo de lujo y sofisticación, donde cada detalle refleja la excelencia artesanal del país y más allá. La obra de renovación, cuyo costo no ha sido revelado, ha dado vida a un espacio donde la elegancia se fusiona con la tradición en un despliegue de creatividad y buen gusto. Desde el imponente mapa de Casablanca visto desde el aire que adorna el lobby, hasta las 600 obras de arte dispersas por todo el edificio, cada rincón del Royal Mansour Casablanca es una oda al arte y la artesanía. La riqueza de los materiales utilizados en la construcción del hotel, como la madera, el latón y el mármol provenientes de 70 lugares del mundo, dan testimonio del cuidado y la atención al detalle que ha caracterizado este proyecto. Motivos arabescos, accesorios de iluminación creativos y una cuidada selección de muebles italianos se combinan para crear un ambiente de refinamiento y distinción en cada espacio del palacio urbano. Con 149 habitaciones, suites y apartamentos privados, el Royal Mansour Casablanca ofrece una experiencia de alojamiento sin igual, donde el lujo se mezcla con la comodidad en un entorno de ensueño. En el ámbito del bienestar, el hotel cuenta con un spa y zona wellness en las plantas cuatro y cinco, que se erige como el más grande de la ciudad, con una amplia gama de servicios que incluyen sauna, tratamientos de belleza, hammams y un gimnasio equipado. La atención al cliente se extiende también al cuidado masculino, con un exclusivo espacio de barbero en la planta 20, donde se puede disfrutar de servicios de peluquería de la mano de expertos en la materia. La propuesta gastronómica del Royal Mansour Casablanca no se queda atrás, con opciones que van desde Le Bar, con su atmósfera de bar americano y su cava de cigarros cubanos, hasta La Grande Table Marocaine en el piso 23, donde se rinde homenaje a lo mejor de la gastronomía marroquí. Con un menú elaborado por el reconocido chef Eric Frechon, galardonado con tres estrellas Michelin, la Brasserie ofrece una fusión de clásicos de la cocina francesa con toques marroquíes que deleitan a los paladares más exigentes. La elección de Casablanca como sede de este segundo hotel de la familia real marroquí no parece ser casual. Con una ubicación estratégica y una oferta cultural y turística en constante crecimiento, la ciudad se erige como un destino prometedor para el turismo de alto nivel. Con la próxima apertura del Royal Mansour Tamuda Bay, ubicado cerca del palacio de Mohamed VI en la zona de Tamuda Bay, se vislumbra un futuro prometedor para la industria turística de la región. En definitiva, el Royal Mansour Casablanca se erige como un oasis de lujo y sofisticación en el corazón de la ciudad, donde la tradición y la modernidad se fusionan para crear una experiencia única e inolvidable para sus huéspedes. Con una atención al detalle inigualable, una oferta gastronómica de primer nivel y unas instalaciones de ensueño, este hotel promete convertirse en un referente indiscutible del turismo de lujo en Marruecos.