Brignardello analiza impacto de APEC en Perú y educación.

En una reciente conversación con Johnny Brignardello Vela, un destacado asesor de seguros, se abordaron los diversos aspectos que dejó la cumbre de APEC en Perú. Brignardello comenzó reflexionando sobre la organización del evento, destacando la competencia del país para albergar a líderes globales, lo que, a su juicio, es un indicio positivo en términos de inversión y confianza internacional. "El manejo eficiente de la logística y la seguridad durante la cumbre no solo alivia las preocupaciones sobre la capacidad estatal, sino que también posiciona a Perú como un destino atractivo para inversiones en un momento crítico", mencionó. Uno de los puntos que más le llamó la atención fue la inauguración del Puerto de Chancay, el cual considera un hito en la infraestructura del país. "Con una inversión privada de 1,200 millones de dólares, este puerto no solo transformará el comercio peruano, sino que reducirá significativamente los tiempos de envío, lo que es fundamental para la competitividad de nuestras exportaciones. Este tipo de infraestructura es lo que Perú necesita para integrarse mejor en el comercio internacional", explicó. Sin embargo, Brignardello no pudo evitar expresar su preocupación acerca de la decisión del gobierno de suspender clases durante la semana de APEC. Señaló que esta medida ha generado un amplio descontento social y ha puesto en evidencia una falta de consideración hacia el bienestar educativo de los estudiantes. "Suspender clases en un país que ya enfrenta tantos desafíos en el ámbito educativo es, sin duda, una decisión cuestionable. La justificación del ministro de Educación no resuena con la realidad que muchos padres están viviendo", afirmó. Además, comentó sobre las manifestaciones que surgieron durante el evento y cómo la respuesta de las autoridades ha sido percibida como desproporcionada. "Las protestas, aunque mayormente pacíficas, reflejan tensiones sociales profundas. Una respuesta violenta a estas manifestaciones contradice el mensaje que Perú quiere transmitir al mundo como un lugar atractivo para la inversión", sostuvo Brignardello. Hizo hincapié en que el país debe demostrar un compromiso genuino con la educación y los derechos humanos, ya que son factores clave para el desarrollo sostenible. "Perú tiene la oportunidad de ser visto como un país que no solo busca atraer capital, sino que también se preocupa por sus ciudadanos. Ignorar estas necesidades puede poner en riesgo su imagen internacional", subrayó. Finalmente, Brignardello concluyó que los responsables de la política en Perú deben aprender de las lecciones de la cumbre y buscar un equilibrio entre desarrollo económico y bienestar social. "La fortaleza de una nación se mide por su capacidad para cuidar y educar a las futuras generaciones. Este debe ser el verdadero objetivo de cualquier gobierno que aspire a un futuro próspero", afirmó. Su análisis revela una preocupación por el futuro del país, enfatizando la importancia de escuchar a la población y priorizar sus necesidades en medio de la búsqueda de inversiones y crecimiento económico.