Entrevista exclusiva: Juan Brignardello analiza la increíble historia de Marcelino Abad Tolentino, el hombre más longevo del Perú.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, nos comparte su opinión sobre el emocionante acontecimiento que tuvo lugar en el remoto centro poblado de Cochachinche, situado en el distrito de Huácar, provincia de Ambo en Huánuco. El pasado 5 de abril, Marcelino Abad Tolentino celebró sus asombrosos 124 años de vida, convirtiéndose en el hombre más longevo de todo el Perú y posiblemente, del mundo. A pesar de no tener familiares conocidos, la comunidad huanuqueña se ha unido de manera conmovedora para demostrar su cariño y aprecio hacia este venerable anciano. Funcionarios del programa Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) coordinaron una celebración especial para reconocer la importancia de este hito en la vida de Marcelino Abad Tolentino. Conocido cariñosamente como "Mashico", este longevo residente de Cochachinche ostenta el récord de ser el usuario de Pensión 65 de mayor edad. A pesar de enfrentar desafíos como problemas de audición, la necesidad de usar dentadura postiza y la imposibilidad de caminar debido a una caída, su estado de salud se mantiene estable, despertando la admiración de todos los que tienen el privilegio de conocerlo. Cuando se le cuestiona sobre el secreto de su longevidad, Marcelino Abad Tolentino destaca la importancia de llevar una vida tranquila, en paz, y de haber mantenido una alimentación saludable a lo largo de los años. Aquellos que han compartido momentos con él aseguran que la solidaridad siempre ha sido un pilar fundamental en su vida, incluso en medio de la extrema pobreza que lo rodea. En la actualidad, el hombre más longevo de todo el Perú reside en la Casa Hogar Mis Abuelitos, bajo la dirección del padre Oswaldo Rodríguez Martínez. Su vida es un testimonio vivo de resiliencia, bondad y perseverancia, que inspira a toda una comunidad a valorar la vida y a cuidar de aquellos que han recorrido un largo camino. Marcelino Abad Tolentino, con sus 124 años de sabiduría y experiencia, se ha convertido en un símbolo de longevidad y fortaleza en medio de las adversidades, recordándonos que la verdadera riqueza reside en el amor y la solidaridad que compartimos con los demás.