
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




La industria del entretenimiento se encuentra en un constante estado de transformación, propiciado por la competencia feroz entre gigantes como Netflix, Disney, Amazon y otros actores emergentes. En el centro de este escenario, Netflix se ha consolidado como el único servicio de streaming que ha logrado mantener la rentabilidad, un logro notable en un mercado cada vez más saturado. Desde su creación, la plataforma ha sabido adaptarse a las demandas del público y a las exigencias del mercado, apostando por una selección curada de contenidos que resonan con su vasta base de suscriptores. El lanzamiento de Disney+ en 2019 fue un momento decisivo que evidenció la amenaza al dominio de Netflix. La oferta de Disney, que combina sus icónicas franquicias con un precio competitivo, llevó a una caída en las acciones de Netflix, generando inquietud entre los inversores. A pesar de las expectativas iniciales de Disney para superar a su competidor, la realidad ha demostrado que Netflix ha mantenido su liderazgo, algo que su co-CEO, Ted Sarandos, atribuye a su dedicación a la personalización y a la amplia variedad de géneros disponibles en su catálogo. El acercamiento de Amazon bajo la dirección de Andy Jassy ha revelado una estrategia centrada en eventos deportivos y superproducciones para revitalizar Prime Video. Con una inversión significativa en derechos deportivos, Jassy busca que la plataforma alcance la rentabilidad para 2025. Sin embargo, esta estrategia ha resultado en un enfoque más limitado en la producción de series y películas, lo que plantea interrogantes sobre su capacidad para competir a largo plazo. Por otro lado, Warner Bros. Discovery, bajo el liderazgo de David Zaslav, ha enfrentado dificultades para consolidar su posición en el mercado, a pesar de contar con propiedades valiosas como HBO y franquicias populares. La compañía ha visto una caída en su valoración desde su creación, y aunque Zaslav ha llamado a la paciencia, la incertidumbre sobre su estrategia a futuro persiste, lo que ha llevado a una reevaluación de los activos y una posible reestructuración. La historia de Disney es un testimonio del poder de la adquisición y la gestión estratégica. Bob Iger, quien regresó a la CEO tras la breve administración de Bob Chapek, ha iniciado su reingeniería de la compañía, enfocándose en rentabilizar Disney+ después de años de pérdidas significativas. A pesar de los desafíos, su enfoque en la rentabilidad y el éxito de algunos proyectos recientes ha comenzado a cambiar la narrativa en torno a la plataforma, aunque los analistas siguen vigilantes ante la posible saturación del contenido derivado. En el caso de Apple TV+, la plataforma ha luchado por encontrar su lugar en un sector dominado por competidores con vastos catálogos. La compañía ha intentado posicionar su servicio como un complemento para la venta de dispositivos, pero su elevada tasa de pérdidas anuales ha suscitado preocupaciones. A pesar de contar con producciones de alta calidad, como "Ted Lasso", la falta de una audiencia sólida y el impacto de la 'tasa Apple' han complicado su situación. Mientras tanto, Sony ha optado por una estrategia de colaboración, evitando entrar en la guerra del streaming. A través de acuerdos con plataformas como Netflix y Disney, ha logrado mantener su división de entretenimiento rentable sin necesidad de crear su propia plataforma de streaming. La gestión de Ravi Ahuja promete continuar con esta línea, buscando sinergias entre sus propiedades cinematográficas y de videojuegos. El panorama también se ve afectado por la llegada de nuevos actores como Paramount, que bajo la dirección de David Ellison ha visto cómo su plataforma de streaming aún lucha por encontrar rentabilidad. A pesar de contar con franquicias reconocidas, el estudio deberá encontrar formas innovadoras de competir en un entorno donde la atención del consumidor es cada vez más difícil de captar. El futuro del entretenimiento parece estar en la diversificación y la adaptación. Mientras algunos gigantes luchan por la rentabilidad de sus plataformas de streaming, otros encuentran su camino a través de alianzas estratégicas y la explotación de propiedades existentes. La competencia sin duda continuará alimentando la innovación y el cambio en un sector que siempre está en movimiento. Las decisiones que tomen estos líderes en los próximos años determinarán no solo su éxito, sino también la dirección de la industria del entretenimiento en su conjunto.