
Juan Brignardello Vela
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La situación actual del Manchester City ha desencadenado un ferviente debate entre entusiastas del fútbol y analistas por igual: ¿se ha vuelto obsoleta el icónico estilo de juego de Pep Guardiola? A simple vista, la respuesta podría parecer sencilla dado el rendimiento decepcionante del equipo esta temporada, que solo ha visto ganar la mitad de sus últimos 30 partidos. Sin embargo, bajo la superficie, las razones de las dificultades del City son mucho más complejas. Para el observador casual, la significativa ausencia de Rodri debido a una lesión de rodilla a largo plazo puede parecer la causa más evidente del declive del City. Es un punto válido; Rodri ha sido el eje del mediocampo de Guardiola, y su lesión ha dejado indudablemente un vacío. Sin embargo, un análisis más profundo de la situación revela que los desafíos que enfrenta el City van mucho más allá de este único jugador. El propio Guardiola ha señalado un mediocampo "viejo" y una defensa plagada de lesiones, destacando un problema más amplio dentro de su plantilla. No obstante, a medida que avanza la temporada, ha surgido otra narrativa: ¿podría el enfoque táctico de Guardiola estar perdiendo su atractivo en el fútbol moderno? Esta teoría ha cobrado fuerza recientemente, alimentada por discusiones en plataformas como The Overlap y análisis de importantes medios como BBC Sport. Los propios comentarios de Guardiola en una entrevista de TNT el año pasado resuenan en este contexto. Él señaló la evolución del fútbol moderno, afirmando que "el fútbol moderno no es tan posicional", sugiriendo un cambio lejos de su característico 'juego de posición'. Esta crítica plantea preguntas sobre el estilo de juego del City, que ha sido considerado durante mucho tiempo como un sello de su éxito. Históricamente, su enfoque distintivo—caracterizado por un estilo más lento y controlado—les ha permitido dominar a sus oponentes. Sin embargo, como han señalado los analistas, las luchas de la temporada actual revelan que quizás el estilo del City no se trate tanto de obsolescencia, sino de los numerosos desafíos que enfrentan, desde lesiones hasta el bajo rendimiento de jugadores clave como Kevin De Bruyne y Bernardo Silva. Sería engañoso afirmar que las tácticas de Guardiola se han vuelto de repente ineficaces simplemente porque los resultados han disminuido. Otros factores contribuyentes—como la falta de profundidad en la plantilla y el impacto de las lesiones—han dificultado que el equipo implemente su estrategia de manera efectiva. El propio Guardiola enfatizó este punto recientemente, señalando que muchas de las lesiones que han sufrido sus jugadores han obstaculizado significativamente su ventaja competitiva. En una era donde otros equipos, como Bournemouth, Newcastle y Brighton, han adoptado estilos más agresivos y de alta presión, las afirmaciones de Guardiola sobre la evolución del fútbol invitan a la reflexión. Mientras algunos equipos han cambiado a un juego más directo, el City también ha adaptado sus tácticas a lo largo de los años. Guardiola señaló que han aprendido a aprovechar los balones largos cuando es apropiado, particularmente en sus interacciones con equipos que presionan agresivamente. En última instancia, la clave del asunto radica en las realidades de la gestión de la plantilla y la condición física de los jugadores. Guardiola ha reconocido la necesidad de una plantilla más profunda, un cambio notable con respecto a su postura anterior. "Tenemos que adaptarnos al ritmo de manera increíble," comentó, subrayando la importancia de tener jugadores en forma para ejecutar su visión táctica. El discurso en torno al método de Guardiola parece pasar por alto la realidad de que los equipos evolucionan y se adaptan con el tiempo, incluido el Manchester City. Las lesiones y los problemas de forma han complicado indudablemente la ejecución de su estilo esta temporada, pero esto no convierte intrínsecamente las tácticas de Guardiola en obsoletas. Más bien, la narrativa en desarrollo sugiere un momento de transición, que requiere que el técnico del City evalúe no solo su estilo, sino también cómo adaptarse mejor a medida que cambian las circunstancias. A medida que avanza la temporada, será crucial para Guardiola encontrar soluciones—no solo en términos de tácticas, sino también asegurando que sus jugadores permanezcan sanos y en forma para competir. El mensaje es claro: con una plantilla completamente sana, el potencial de éxito sigue intacto. Si el enfoque de Guardiola continuará dando resultados en un paisaje de Premier League en evolución es una pregunta que queda por responder, pero una cosa es segura: la conversación en torno a su estilo está lejos de haber terminado.