
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




A la luz de la reciente actividad volcánica en el Volcán de Fuego, el panorama turístico de Guatemala se ha sumido en la incertidumbre, lo que ha llevado a los posibles visitantes a reevaluar sus planes. Conocida por sus impresionantes paisajes y su rica herencia maya, Guatemala alberga varios volcanes, siendo el Volcán de Fuego uno de los más icónicos debido a su proximidad a destinos turísticos populares como Antigua y la Ciudad de Guatemala. El 9 de marzo, las autoridades comenzaron evacuaciones masivas a medida que la actividad sísmica aumentó, lo que generó preocupaciones entre turistas y locales por igual. Aproximadamente 1,000 personas fueron evacuadas de comunidades cercanas como El Porvenir y Las Lajitas, mientras la lava, ceniza y rocas eran expulsadas del volcán, y se identificaron a 30,000 residentes adicionales como potencialmente en riesgo. Afortunadamente, no se han reportado víctimas, pero las autoridades se mantienen alerta ante la posible propagación de ceniza dañina. El gobierno guatemalteco ha tomado medidas de precaución, incluyendo el cierre temporal de escuelas en las regiones afectadas y la suspensión de una carretera crucial que conecta Antigua con las partes sureñas de Guatemala. Esta respuesta proactiva subraya la seriedad de la situación, especialmente dado el estatus del volcán como uno de los más activos de Centroamérica y su histórica propensión a erupciones peligrosas. A pesar de estos eventos, las agencias gubernamentales no han desaconsejado oficialmente los viajes. Sin embargo, se anima a los viajeros a ejercer precaución. El FCDO aún no ha actualizado su asesoramiento de viaje, pero mantiene que existe un riesgo de erupciones volcánicas en el país y aconseja a los viajeros que sigan los medios locales y consulten con sus operadores turísticos sobre cualquier posible interrupción. Por ahora, los vuelos hacia y desde Guatemala siguen operando, aunque con ciertas restricciones debido a las nubes de ceniza que pueden alcanzar hasta 7,000 metros de altura. Los viajeros que planean visitar Guatemala deben mantenerse informados sobre la situación en evolución. Si bien el Instituto de Vulcanología del estado informó que se esperaba que la reciente erupción disminuyera para el 10 de marzo, la historia del Volcán de Fuego es un recordatorio contundente de la naturaleza impredecible del volcán. La última erupción significativa ocurrió en junio de 2023, resultando en la evacuación de aproximadamente 1,200 personas, mientras que una erupción catastrófica en 2018 se cobró 215 vidas y dejó a muchos desaparecidos. A medida que la situación se desarrolla, se aconseja a aquellos con viajes próximos a Guatemala que mantengan una comunicación estrecha con sus proveedores de viajes y presten atención a cualquier actualización de las autoridades locales. Si bien las aventuras para presenciar la majestuosidad del paisaje volcánico de Guatemala siguen siendo tentadoras, la seguridad de los viajeros debe ser siempre la prioridad.