Las jóvenes royals Beatriz y Eugenia listas para reinventar el futuro de la monarquía.

A medida que la monarquía navega por un paisaje cambiante, el posible refuerzo de sus filas puede venir de un sector inesperado: la Princesa Beatriz y su hermana Eugenia. Con la familia real experimentando una contracción significativa en sus miembros activos, los expertos creen que estas jóvenes royales podrían desempeñar un papel fundamental en lo que se está refiriendo como un 'Plan B' para la Casa de Windsor. Históricamente, el Rey Carlos ha abogado por una monarquía 'reducida', una visión destinada a modernizar la institución y reducir los gastos públicos. Sin embargo, como señaló de manera elocuente la Princesa Ana, el número decreciente de miembros activos de la familia plantea desafíos a este modelo. Con la edad promedio de los royals en activo ahora en 69 años y la salida del Príncipe Harry y la Duquesa Meghan de los deberes reales, la urgencia por un nuevo enfoque se ha vuelto evidente. La comentarista real Katie Nicholl destacó la necesidad de apoyo adicional dentro de la familia durante una reciente entrevista. "No tenemos a Harry y Meghan aquí, quienes habrían estado haciendo gran parte del trabajo. El Duque de York ha sido marginado y despojado de sus deberes reales", afirmó, enfatizando las vacantes dejadas por estas ausencias. Las preocupaciones de salud que enfrentan tanto la Princesa Kate como el Rey Carlos subrayan aún más la necesidad de rejuvenecimiento dentro del equipo real. En este contexto, la Princesa Beatriz y Eugenia, a quienes se les ha alentado a seguir carreras independientes fuera de su herencia real, emergen como fuertes candidatas para aumentar su participación. Nicholl señaló que, aunque han estado trabajando para establecerse de manera independiente, su compromiso con los deberes reales permanece. "Están deseosas de hacer algo de trabajo real en torno a sus empleos y sus vidas familiares", comentó, sugiriendo una disposición a equilibrar las ambiciones personales con el servicio público. La Princesa Beatriz, quien recientemente dio la bienvenida a su segundo hijo, Atenea, al mundo, ha hecho apariciones notables, incluyendo su presencia en las celebraciones navideñas de la familia real. Tales gestos señalan una posible reintegración en las actividades reales, alineándose con la necesidad de la monarquía de contar con representantes más jóvenes que se involucren en la vida pública. A medida que la familia real contempla su futuro, la inclusión de Beatriz y Eugenia podría heraldar un nuevo capítulo. Marca un cambio hacia una monarquía más adaptable, capaz de satisfacer las demandas y expectativas de la sociedad moderna al tiempo que preserva sus tradiciones. Con la disminución en los números y el aumento de las responsabilidades, el llamado a un 'Plan B' puede no solo ser prudente, sino necesario para la continuidad y relevancia de la monarquía en los años venideros.