Pymes españolas avanzan hacia la sostenibilidad: una oportunidad de mercado clave

Pymes españolas avanzan hacia la sostenibilidad: una oportunidad de mercado clave

Las pymes en España adoptan la sostenibilidad, con un 40% integrando prácticas responsables, pero enfrentan barreras como falta de recursos.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Economía y Finanzas

La sostenibilidad se ha convertido en un imperativo para las pequeñas y medianas empresas (pymes) en España, que representan el 99% del tejido empresarial. En un contexto donde el cambio climático y la responsabilidad social cobran cada vez más importancia, las pymes tienen la oportunidad de integrar prácticas sostenibles en su modelo de negocio, no solo como un deber ético, sino también como una estrategia que puede resultar en ventajas competitivas significativas. El informe "Situación de la ASG en la pyme española", presentado por la Cámara de Comercio de España en 2024, ha revelado que un 40% de estas empresas ya incorpora criterios de sostenibilidad en su gestión. Este informe establece un marco que mide la madurez de las pymes en materia de sostenibilidad, situando la media en 2,52 puntos sobre 4, un resultado que refleja un compromiso creciente hacia prácticas responsables. Las empresas están comenzando a entender que cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las regulaciones medioambientales no es solo un requisito, sino una oportunidad para mejorar su posición en el mercado. La evolución es notable, ya que en 2018 solo el 54% de las pymes realizaba acciones concretas hacia el desarrollo sostenible. En la actualidad, este porcentaje ha ascendido a un impresionante 87,8%. Este aumento no solo refleja una mayor conciencia sobre la sostenibilidad, sino también la presión social y regulatoria que se ejerce sobre las empresas para adaptarse a un nuevo paradigma económico más responsable. Una de las barreras que enfrentan muchas pymes es la falta de recursos para implementar estos cambios. A menudo, las pequeñas empresas carecen de los capitales necesarios para llevar a cabo una transformación significativa en sus operaciones. Además, la carencia de herramientas específicas para medir el rendimiento en términos de sostenibilidad puede dificultar la toma de decisiones informadas, lo que a su vez limita su capacidad para acceder a financiamiento sostenible. El tamaño de la empresa también juega un papel crucial en el grado de madurez en la adopción de criterios de sostenibilidad. Las pymes con menos de 50 empleados tienden a cumplir únicamente con la normativa existente, mientras que aquellas con más de 50 trabajadores son más propensas a establecer objetivos de sostenibilidad más ambiciosos. Esta diferencia pone de manifiesto la necesidad de apoyo adicional para las empresas más pequeñas, que a menudo son las más vulnerables ante los cambios del mercado. En respuesta a estos desafíos, las finanzas sostenibles están surgiendo como una alternativa viable que puede facilitar la transición hacia la sostenibilidad. Este tipo de financiamiento se caracteriza por ofrecer condiciones más favorables que las tradicionales, lo que permite a las pymes acceder a créditos y préstamos destinados a proyectos ambientales y sociales. Según el Observatorio Español de la Financiación Sostenible, en 2023 se observó un aumento del 11% en los préstamos y créditos sostenibles, lo que indica un creciente interés por parte de las entidades financieras en apoyar la transición hacia un modelo de negocio más sostenible. La Unión Europea también ha jugado un papel fundamental en este proceso, a través del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). Estos programas están diseñados para canalizar fondos significativos hacia las pymes, proporcionando los recursos necesarios para que puedan realizar inversiones en sostenibilidad. En España, se espera que más de 84.000 millones de euros sean destinados a las pymes y autónomos hasta 2026, lo que representa una oportunidad única para impulsar la transformación del tejido empresarial. El papel de las entidades financieras se hace esencial en este contexto, pues son las encargadas de facilitar el acceso a esta financiación. Sonia Quibus, directora general de Banco Sabadell, ha destacado la importancia de la colaboración entre el sector financiero y las instituciones públicas para fomentar el desarrollo social y la competitividad empresarial. Su banco ha sido pionero en formalizar operaciones de financiamiento sostenible, demostrando que es posible integrar la sostenibilidad en la estrategia de negocio de manera efectiva. Sin embargo, a pesar del avance en la financiación y el compromiso creciente hacia la sostenibilidad, queda un largo camino por recorrer. Muchas pymes aún enfrentan desafíos significativos en la implementación de prácticas sostenibles. Es crucial que tanto las instituciones financieras como las entidades gubernamentales continúen trabajando juntas para garantizar que las pymes no se queden atrás en esta transición hacia un modelo económico más sostenible y responsable. En conclusión, las pymes españolas se encuentran en una encrucijada: asumir el reto de la sostenibilidad como parte de su estrategia empresarial o arriesgarse a quedarse rezagadas en un mercado cada vez más demandante. Con el apoyo adecuado, estas empresas tienen el potencial de no solo marcar la diferencia en el cuidado del planeta, sino también de transformarse en motores de cambio en sus comunidades y más allá.

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