El sur de California se prepara para una tormenta invernal: los riesgos de inundaciones acechan cerca de las cicatrices de incendios.

El sur de California se prepara para una tormenta invernal: los riesgos de inundaciones acechan cerca de las cicatrices de incendios.

El sur de California enfrenta su primera gran tormenta invernal, lo que incrementa los riesgos de inundaciones y deslizamientos de escombros cerca de las áreas quemadas. Se insta a los residentes a prepararse.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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A medida que el sur de California se prepara para su primera tormenta de lluvia significativa del invierno, se está instando a los residentes, especialmente a aquellos que viven cerca de áreas recientemente quemadas, a prepararse para posibles inundaciones y flujos de escombros. El Servicio Nacional de Meteorología ha identificado una probabilidad del 10% al 20% de inundaciones repentinas y flujos de escombros que podrían afectar a regiones vulnerables, particularmente aquellas marcadas por incendios forestales. El meteorólogo Ryan Kittell de la oficina del Servicio Nacional de Meteorología en Oxnard enfatiza la importancia de estar preparados, afirmando: "La amenaza es lo suficientemente alta como para prepararse para el peor escenario posible". Las áreas particularmente en riesgo incluyen las cicatrices de quemaduras de los incendios de Palisades y Franklin alrededor de Pacific Palisades y Malibu, el incendio Eaton cerca de Altadena y Pasadena, el incendio Hughes alrededor del lago Castaic, y el incendio Bridge en el Bosque Nacional de Angeles, que devastó más de 56,000 acres el otoño pasado. Los recientes incendios forestales han dejado cicatrices de quemaduras que aumentan significativamente el riesgo de inundaciones porque el intenso calor hace que el suelo sea repelente al agua. A medida que cae la lluvia, el agua tiende a fluir sobre la superficie en lugar de ser absorbida, lo que puede llevar a flujos de lodo y escombros potencialmente peligrosos. Aunque el servicio meteorológico ha indicado que los flujos de escombros dañinos no son el resultado más probable, la incertidumbre en torno a la tormenta requiere precaución. Kittell aconsejó que, aunque los impactos menores son más probables, es crucial mantenerse alerta ya que las condiciones podrían cambiar rápidamente. Se ha emitido una alerta de inundación para un período crítico entre la tarde del domingo y la tarde del lunes, con especial preocupación por la noche del domingo, cuando se espera que la intensidad de la lluvia alcance su punto máximo. Durante este tiempo, se aconseja a los residentes evitar las áreas recientemente quemadas, utilizar sacos de arena para proteger sus propiedades y abastecerse de suministros en caso de que el acceso a las carreteras se vea comprometido. Las proyecciones de lluvia se han ajustado al alza, con pronósticos que indican que algunas áreas podrían recibir entre 1 y 2 pulgadas, especialmente en las montañas de los condados de Los Ángeles y Ventura. La tormenta anticipada, que se mueve lentamente desde el norte, se espera que dure todo el fin de semana hasta el lunes, trayendo una mezcla de lluvia ligera y chubascos más intensos de forma intermitente. Dada la gravedad de la sequía actual, con la mayoría de las áreas recibiendo menos del 5% de la lluvia promedio desde el inicio del año hídrico el 1 de octubre, esta tormenta podría marcar un cambio significativo en las condiciones, aunque es posible que no alivie por completo las preocupaciones sobre la sequía. Además, los meteorólogos están monitoreando la posibilidad de tormentas eléctricas, que podrían conducir a tasas de lluvia intensas y localizadas. Tales condiciones podrían ser críticas, ya que solo media pulgada de lluvia por hora es suficiente para desencadenar flujos de escombros en regiones recientemente quemadas. Si bien la expectativa principal es que la lluvia sea benigna en toda la región, algunas áreas aisladas pueden experimentar lluvias intensas que podrían agravar los riesgos de inundaciones y deslizamientos de tierra. A medida que se acerca la lluvia, los pronosticadores también están prestando atención a los vientos fuertes, con ráfagas máximas que se espera alcancen hasta 60 mph en ciertas áreas, lo que podría llevar a condiciones de conducción peligrosas y cortes de energía. Se prevé que los niveles de nieve desciendan, trayendo una nevada significativa a las montañas, lo que contribuirá a las dificultades de viaje y al cierre de carreteras. En resumen, mientras Los Ángeles se prepara para la inminente tormenta, la combinación de daños recientes por incendios forestales, la lluvia esperada y la sequía continua crea una situación precaria. Se alienta a los residentes a tomar medidas preventivas, mantenerse informados y prepararse para posibles interrupciones mientras la región navega por este desafiante evento climático.

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