Las inundaciones repentinas se avecinan mientras el sur de California enfrenta una nueva amenaza tras los incendios forestales.

Las inundaciones repentinas se avecinan mientras el sur de California enfrenta una nueva amenaza tras los incendios forestales.

El sur de California enfrenta amenazas de inundaciones repentinas a medida que se acercan fuertes lluvias a áreas devastadas por incendios forestales, lo que genera preocupaciones sobre flujos de escombros y seguridad.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Desastres Naturales

A medida que el sur de California lidia con las secuelas de los recientes incendios forestales, los residentes se enfrentan ahora a una nueva amenaza inquietante: las inundaciones repentinas y los flujos de escombros. Los pronosticadores predicen que una tormenta durante el fin de semana podría traer lluvias intensas a áreas ya devastadas por los incendios, lo que ha llevado a los funcionarios a emitir advertencias sobre los peligros que acompañan a estos eventos climáticos. Tras los devastadores incendios forestales, incluidos los incendios de Palisades y Eaton, el paisaje ha quedado vulnerable. La lluvia, aunque muy necesaria después de meses de sequía, genera alarmas debido al potencial de flujos de escombros catastróficos. Mark Pestrella, director del Departamento de Obras Públicas del Condado de Los Ángeles, enfatizó que los daños en la cuenca resultantes de estos incendios podrían crear condiciones peligrosas, donde los flujos cargados de escombros podrían causar estragos en comunidades que ya luchan por recuperarse. Con predicciones que indican que algunas áreas podrían recibir casi tres cuartos de pulgada de lluvia, las implicaciones son graves. Los incendios forestales han despojado a la tierra de vegetación, que normalmente absorbe la lluvia, lo que ha llevado a la formación de suelo hidrofóbico, una capa endurecida que repela el agua. Como consecuencia, el agua de lluvia se escurrirá en lugar de infiltrarse en el suelo, exacerbando el riesgo de peligrosas inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. La velocidad y la imprevisibilidad de estos flujos de escombros representan riesgos significativos. Al viajar a velocidades de hasta 35 mph, pueden alcanzar a vehículos e incluso a personas, dejando poco tiempo para escapar. Históricamente, tales flujos han cobrado vidas y causado destrucción generalizada, como lo evidencian los trágicos eventos posteriores al incendio Thomas en 2017, durante el cual un flujo de escombros en Montecito resultó en 23 muertes. Los funcionarios enfatizan la importancia de la vigilancia durante los eventos de tormenta, aconsejando a los residentes que monitoreen de cerca las actualizaciones meteorológicas y que estén atentos a señales ambientales que puedan indicar un peligro inminente. El Servicio Nacional de Meteorología advierte que puede ser demasiado tarde para escapar una vez que un flujo de escombros está en curso, instando a cualquier persona atrapada en su camino a moverse inmediatamente hacia arriba. Para combatir estas amenazas, los funcionarios del estado de California están movilizando recursos. El gobernador Gavin Newsom emitió una orden ejecutiva destinada a acelerar las medidas de control de inundaciones, mientras las familias comienzan a regresar a sus hogares después de las evacuaciones. Las autoridades locales en Pasadena están instando a los propietarios a tomar medidas preventivas, con muchos residentes adquiriendo proactivamente sacos de arena para proteger sus propiedades. Sin embargo, la ansiedad sigue siendo palpable entre aquellos que han sido testigos de la destrucción de primera mano. Residentes como Eugene Escarrega expresan su preocupación por los escombros que bloquean los sistemas de drenaje, lo que podría exacerbar los riesgos de inundación. De manera similar, Carrie Galpin de Palisades reflexiona sobre los deslizamientos de tierra anteriores, destacando los peligros persistentes incluso después de que los incendios se extinguen. Los funcionarios del Condado de Los Ángeles subrayan la necesidad de una acción inmediata para proteger a las comunidades de las amenazas persistentes que plantean los incendios forestales. Kathryn Barger, presidenta de la Junta del Condado de Los Ángeles, ha pedido medidas preventivas rápidas, enfatizando que los peligros de los flujos de barro y escombros siguen siendo significativos a pesar de la cesación de los incendios activos. El impacto de los incendios forestales se extiende mucho más allá de las llamas; el paisaje puede permanecer vulnerable a las inundaciones durante años. A medida que el cambio climático continúa influyendo en los patrones climáticos, los expertos advierten que el tamaño y la gravedad de los incendios forestales probablemente aumenten, lo que lleva a un mayor riesgo de inundaciones y flujos de escombros posteriores a los incendios. El Dr. Jason Kean, hidrólogo del Servicio Geológico de EE. UU., resume adecuadamente la situación: más terreno está siendo expuesto, creando una tormenta perfecta para el desastre cuando ocurren tormentas. A medida que se acerca el fin de semana, los californianos del sur se preparan para la posibilidad de lluvia mientras se preparan para los desafiantes retos que se avecinan. La amenaza de inundaciones repentinas y flujos de escombros sirve como un recordatorio contundente de los profundos y duraderos efectos de la devastación de los incendios forestales en el paisaje y las comunidades de la región.

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