Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En el contexto del inicio de los actos conmemorativos por el 50 aniversario de la muerte de Francisco Franco, el partido Podemos ha tomado una postura crítica y combativa respecto a la relación entre la actual estructura política española y el legado del dictador. Durante una rueda de prensa, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández, y la coportavoz nacional Isa Serra, abordaron la relevancia de los actos programados y utilizaron esta plataforma para cuestionar la legitimidad de la monarquía y de diversas instituciones del Estado, a las que consideran impregnadas por un "ADN franquista". Fernández no dudó en señalar que la figura del Rey Felipe VI debe ser vista bajo la lupa del pasado franquista, argumentando que su legitimación como monarca proviene directamente de un régimen que fue impuesto por el dictador. En sus palabras, “la existencia de una monarquía en España es un legado de Franco, un derecho que fue robado al pueblo español de elegir su forma de Estado”. Esta declaración pone en evidencia una postura que busca deslegitimar la institución monárquica al vincularla con el autoritarismo de la dictadura. La insistencia de Podemos en la necesidad de un referéndum sobre la forma de gobierno en España se presenta como un eco de la demanda por una mayor participación ciudadana en la política. Fernández instó al PSOE a facilitar este tipo de consulta, aunque sea no vinculante, para que el pueblo decida entre mantener una jefatura de Estado heredera del franquismo o optar por una república democrática. Esta propuesta resuena en un país donde el debate sobre la monarquía ha cobrado fuerza en los últimos años, especialmente en un contexto de creciente desafección hacia las instituciones. El discurso de Podemos no se limitó a la monarquía; también incluyó una crítica a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y a la Justicia, a los que Fernández calificó de haber sido "no democratizados". Esta observación apunta a una visión más amplia de que las estructuras del Estado español aún reflejan las dinámicas y principios de un régimen autoritario, cuestionando así la narrativa oficial que se presenta sobre la Transición a la democracia. Asimismo, el partido morado destacó la existencia de "vestigios franquistas" en el tejido económico del país, señalando que muchas empresas que prosperaron bajo el régimen dictatorial continúan operando hoy en día. Esta crítica a la corrupción estructural y a la impunidad de las élites económicas sugiere una necesidad de revisar profundamente los lazos entre el pasado y el presente en la España contemporánea. Podemos ha hecho un llamado al gobierno para que se tomen medidas concretas que permitan abordar y eliminar estos vestigios, así como para que se aumenten las ayudas destinadas a las víctimas del franquismo. Este reclamo incluye la recuperación de los cuerpos de los desaparecidos, una cuestión que ha cobrado relevancia en la memoria histórica del país. En cuanto a la polémica sobre la invitación al Rey Juan Carlos I a los actos de conmemoración, Podemos no escatimó en críticas, considerándolo un “insulto a los españoles”. Fernández catalogó cualquier homenaje al rey emérito como una "vergüenza sin parangón" y una muestra de hipocresía por parte de un gobierno que se dice progresista mientras considera rendir tributo a una figura vinculada a la corrupción. Por otro lado, la ausencia de los populares en estos actos fue vista por Podemos como un reconocimiento de sus raíces franquistas y su alianza con Vox, un partido que ha sido objeto de críticas por sus posturas retrogradas y su relación con la historia reciente de España. La dinámica política se complica en este contexto, donde se entrelazan cuestiones de identidad nacional, memoria histórica y política contemporánea. Finalmente, el impulso de Podemos en esta conmemoración es una clara manifestación de su intento de reconfigurar la memoria colectiva y de abrir un debate sobre las bases democráticas del país. Al cuestionar el relato tradicional de la Transición, el partido busca reivindicar la lucha de aquellos que resistieron al franquismo, recordando que la democracia no fue un regalo, sino el resultado de la lucha y sacrificio de muchos españoles. En un momento en que el pasado sigue influyendo en el presente, el eco de las palabras de Podemos podría resonar en la búsqueda de una identidad nacional más inclusiva y reflexiva.