España deroga normativa de 1987 y abre puerta a donación de órganos VIH+

España deroga normativa de 1987 y abre puerta a donación de órganos VIH+

España deroga una normativa de 1987 que prohibía órganos de donantes VIH+, buscando modernizar la donación y reducir estigmas.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Salud

En un esfuerzo por modernizar su enfoque hacia la donación de órganos y adaptarse a los avances científicos en el tratamiento del VIH, España ha decidido iniciar los trámites para derogar una normativa de 1987 que prohibía el uso de órganos de donantes seropositivos. Esta medida, anunciada por el Ministerio de Sanidad en el marco del Día Mundial del SIDA, sigue la tendencia a nivel global que busca abordar la donación de órganos de manera más inclusiva y menos discriminatoria. Históricamente, la relación entre el VIH y los trasplantes ha estado marcada por el miedo y la incertidumbre. En los años ochenta, el VIH era visto como una enfermedad mortal, y el temor a la transmisión del virus llevó a la creación de criterios restrictivos que excluían a muchos potenciales donantes. La normativa de 1987, que prohibía el trasplante de órganos de donantes VIH+, refleja ese contexto de pánico y desconocimiento que caracterizaba la época. Sin embargo, la evolución del conocimiento sobre el VIH y los tratamientos antirretrovirales ha cambiado drásticamente la situación. Hoy en día, el virus se gestiona con eficacia, y la posibilidad de trasplante de órganos de donantes VIH+ se ha demostrado segura en otros países. En este sentido, la derogación de la normativa de 1987 representa un cambio significativo en la política de salud pública de España, alineándose con prácticas adoptadas en otras naciones donde se han registrado resultados positivos. Desde la introducción de tratamientos antirretrovirales efectivos en los años noventa, se han realizado numerosos trasplantes de órganos en pacientes VIH+, tanto en Francia como en Estados Unidos, lo que ha llevado a la normalización de esta práctica. En España, el primer trasplante renal a un paciente seropositivo se realizó en 2001, y desde entonces, más de 800 pacientes VIH+ han recibido trasplantes de distintos órganos, aunque la cifra sigue siendo relativamente baja en comparación con la necesidad. Una de las barreras que ha limitado la donación de órganos de donantes VIH+ en España ha sido la falta de un marco legal que permitiera su inclusión en el proceso de trasplante. Con el anuncio de la derogación, se espera que se facilite la posibilidad de que estos donantes puedan contribuir con sus órganos, ayudando así a salvar vidas y a reducir la lista de espera de pacientes que necesitan un trasplante. La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) ha estimado que, en la última década, se descartaron al menos 65 donantes debido a su seropositividad. Esta cifra podría ser aún mayor, ya que muchos potenciales donantes ni siquiera eran considerados por su estatus VIH+. Con la nueva normativa, se espera que se abran las puertas a un número significativo de donantes que anteriormente eran excluidos, lo que podría llevar a un aumento en la cantidad de trasplantes realizados. Aunque se reconoce que el número de trasplantes que se podrían realizar con órganos de donantes VIH+ no será masivo, cada vida salvada cuenta. Se estima que, al año, alrededor de 50 pacientes VIH+ ingresan a la lista de espera para un trasplante, de los cuales muchos podrían beneficiarse de esta nueva política. La ONT ha calculado un potencial de 15 donantes que podrían traducirse en aproximadamente 38 trasplantes al año, aunque alcanzar estas cifras requerirá un esfuerzo coordinado. Este cambio en la normativa no solo tiene implicaciones prácticas para el sistema de trasplantes, sino que también representa un avance importante en la lucha contra la estigmatización de las personas que viven con VIH. Al permitir que los donantes VIH+ contribuyan al sistema de trasplantes, se envía un mensaje claro de inclusión y aceptación, alineándose con la filosofía de que todos tienen el derecho a donar sus órganos si así lo desean. En los próximos meses, se espera que la derogación se materialice formalmente, y que se inicie un proceso que permita integrar esta nueva realidad en el sistema nacional de salud. A medida que se avanza hacia esta dirección, la esperanza es que más vidas sean salvadas y que se fomente una mayor sensibilización y educación sobre el VIH y la donación de órganos. En resumen, España está dando un paso adelante al reconocer que la exclusión de donantes VIH+ es anacrónica y que la salud pública debe basarse en la evidencia científica actual. Este cambio legal no solo beneficiará a los pacientes que esperan un trasplante, sino que también contribuirá a desmantelar los mitos que rodean al VIH, promoviendo una sociedad más justa y equitativa para todos.

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