Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que el mundo continúa lidiando con las secuelas de la pandemia de COVID-19, los expertos en salud advierten sobre una posible nueva ola de enfermedades infecciosas que podrían representar amenazas significativas en 2025. Entre estas se encuentra la enigmática Enfermedad X, un término utilizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para describir cualquier patógeno aún no identificado capaz de causar brotes generalizados. El Dr. Michael Head, investigador senior en Salud Global en la Universidad de Southampton, enfatiza que el mundo está alarmantemente despreparado para la aparición repentina de tales amenazas, reflejando el caos observado durante las etapas iniciales de la pandemia de coronavirus. La Enfermedad X ha surgido recientemente en la República Democrática del Congo, donde se han reportado al menos 31 muertes, principalmente entre niños, debido a una enfermedad desconocida con síntomas que incluyen fiebre, dolores de cabeza y tos severa. Con más de 400 casos sospechosos documentados entre finales de octubre y principios de diciembre, la urgencia por la investigación y la preparación es más apremiante que nunca. El Dr. Head advierte que si un brote similar ocurriera hoy, los sistemas de salud globales probablemente se verían abrumados tratando de responder. Junto a la Enfermedad X, una variedad de otras enfermedades infecciosas han levantado alarmas entre los profesionales de la salud. El sarampión, por ejemplo, ha surgido como una preocupación significativa, especialmente a medida que las tasas de vacunación han disminuido. En 2023, más de 107,000 personas murieron de sarampión a nivel mundial, muchos de los cuales eran niños pequeños. El riesgo de un resurgimiento es alto, especialmente dado que la proporción de niños que reciben su primera dosis de la vacuna contra el sarampión cayó del 86% en 2019 al 83% en 2023. El Dr. Head enfatiza que esta enfermedad prevenible por vacunación podría erradicarse con esfuerzos de vacunación adecuados, pero la baja aceptación sigue siendo un problema crítico. La fiebre del dengue, transmitida principalmente por mosquitos, es otra enfermedad que se espera que aumente en incidencia, particularmente en el sur de Europa, impulsada por el cambio climático. La enfermedad, conocida por causar dolor articular debilitante y síntomas similares a la gripe, ha visto un aumento preocupante en los casos a nivel global, con expertos prediciendo más brotes en el próximo año. El chikungunya, una enfermedad menos común pero similar transmitida por mosquitos, también representa una amenaza, particularmente en regiones donde los mosquitos se están volviendo más prevalentes. Los profesionales de la salud prevén un posible aumento en los casos a medida que los climas europeos cambian, haciendo que las condiciones sean más adecuadas para tales enfermedades. Además, el espectro del COVID-19 sigue presente, con variantes emergentes como la XEC generando nuevas preocupaciones. Las tasas de infección están aumentando, y aunque las vacunas han mitigado el impacto, las autoridades sanitarias aconsejan mantener la vigilancia y la vacunación para combatir este virus en constante evolución. El cólera y la gripe aviar también están en el radar, siendo el cólera una amenaza significativa para la salud global vinculada al agua y alimentos contaminados. La migración forzada exacerbada por el cambio climático puede llevar a un aumento de casos, mientras que la gripe aviar sigue siendo una preocupación persistente debido a su potencial de mutación y transmisión a humanos. La resistencia a los antimicrobianos sigue siendo un desafío importante para la salud global, ya que las infecciones resistentes a los antibióticos aumentan, complicando las opciones de tratamiento y aumentando los riesgos de mortalidad. Los expertos en salud advierten que esta tendencia probablemente empeorará, subrayando la urgente necesidad de un uso responsable de los antibióticos y de mejores iniciativas de salud pública. Por último, el resurgimiento de la tos ferina y un aumento en los casos de escabiosis destacan la necesidad de continuar con la educación en salud pública y las medidas de vacunación. Con los casos de tos ferina superando los 10,000 en el Reino Unido desde mediados de 2023, los funcionarios de salud pública enfatizan la importancia de las vacunaciones a tiempo, especialmente para mujeres embarazadas e infantes. A medida que avanzamos hacia 2025, la necesidad de una preparación global contra estas enfermedades infecciosas emergentes es más clara que nunca. Con la interconexión a escala global, los esfuerzos concertados y las medidas proactivas serán esenciales para mitigar el impacto de estas amenazas, asegurando que las lecciones aprendidas de crisis de salud pasadas no se olviden.