Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una emotiva conclusión de una temporada notable, Deion Sanders y sus hijos, Shedeur y Shiloh, vivieron una despedida agridulce en el Alamo Bowl contra BYU. Los Colorado Buffaloes, que habían mostrado promesas a lo largo del año, enfrentaron una decepcionante derrota, pero la noche trascendió el marcador, convirtiéndose en un homenaje a su viaje juntos. Deion Sanders, conocido como Coach Prime, se ha convertido en una figura transformadora en el fútbol universitario. Asumió el mando de un programa que había languidecido con un récord de 1-11, convirtiéndolo en una fuerza competitiva y un equipo del Top 25. Su presencia no solo ha atraído la atención, sino que ha cambiado el panorama del deporte universitario, con su capacidad única para inspirar y conectar con los atletas. Sin embargo, mientras estaba en la línea de banda antes del juego, su emoción era palpable. Con gafas de sol en la cabeza y su auricular descansando alrededor de su cuello, el peso del momento se posó pesadamente sobre él. "Este ha sido un viaje tremendo y tumultuoso", reflexionó Sanders, conteniendo las lágrimas mientras los recuerdos inundaban su mente. Había entrenado a sus hijos desde sus primeros días en el fútbol infantil, guiándolos a través de las categorías hasta Jackson State y ahora a Colorado. Cada paso estuvo marcado por desafíos, triunfos y un profundo lazo que trascendió la típica relación entre entrenador y jugador. En los días previos al juego, luchó con la realidad de su inminente partida del fútbol universitario, un sentimiento que resonaba profundamente, no solo con sus hijos, sino con todo el equipo. La emoción en el aire no se trataba solo del juego; era sobre un legado familiar. Shiloh y Shedeur habían estado bajo la tutela de su padre, y al prepararse para entrar en el próximo capítulo de sus vidas, la gravedad del momento era evidente. La derrota ante BYU, aunque decepcionante, se convirtió en un telón de fondo para la celebración de sus logros compartidos. En medio de las reflexiones nostálgicas, Sanders habló con cariño sobre la cultura del equipo que fomentó, destacando a jugadores como Travis Hunter y Cam'Ron Silmon-Craig, atletas que personificaron el corazón y el espíritu de los Buffaloes. Silmon-Craig, en particular, emergió como un jugador crucial, no solo por sus contribuciones en el campo, sino por el liderazgo que brindó en el vestuario. Encarnó la determinación y el coraje que Sanders ha inculcado en su equipo, convirtiéndose en un pilar de la resiliencia de los Buffaloes. Shedeur Sanders, proyectado como una selección entre las 10 primeras en el próximo draft de la NFL, expresó su orgullo por lo que habían logrado juntos. "Fue genial representar a Colorado y llevar el programa de vuelta a donde estaba en el pasado", dijo. Sus palabras encapsularon la esencia de su viaje: un compromiso por restaurar una orgullosa tradición futbolística mientras forjaban lazos de por vida. A pesar de la derrota, Deion Sanders se mantuvo optimista sobre el futuro. Enfatizó que un juego, por decepcionante que fuera, no disminuiría el legado que construyeron juntos. "Ellos están listos para lo siguiente," señaló. "Tendrán carreras tremendas... No opacará lo que hemos logrado." En sus reflexiones, Sanders resonó sentimientos que van mucho más allá del campo de fútbol. Habló de su vocación como mentor, un papel en el que encuentra una profunda satisfacción. "Se trata de lo que sucede en la vida, de poder estar ahí para ellos", dijo, destacando la importancia de nutrir no solo a atletas, sino a individuos integrales listos para enfrentar el mundo. A medida que los Colorado Buffaloes miran hacia adelante, las lecciones aprendidas bajo la guía de Deion Sanders sin duda dejarán una huella indeleble en su futuro. Y aunque el Alamo Bowl puede no haber terminado en gloria, el viaje colectivo de un padre y sus hijos, junto con sus compañeros de equipo, será recordado como un capítulo transformador en sus vidas, uno que ha preparado el escenario para el éxito continuo tanto dentro como fuera del campo.