Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado un informe que destaca significativos logros en la lucha contra diversas enfermedades a lo largo del último año. En un contexto donde la salud mundial enfrenta retos constantes, la OMS ha subrayado la eliminación de enfermedades tropicales desatendidas en varios países, marcando un hito en la salud pública global. Brasil, India, Pakistán, y otros países han eliminado enfermedades como la tripanosomiasis africana y la lepra, enfatizando la importancia de las estrategias de salud pública y la colaboración internacional. Uno de los logros más notables mencionados en el informe es la culminación de la lucha contra la malaria en Egipto, un país que ha estado lidiando con esta enfermedad durante más de un siglo. Junto a Cabo Verde, que también ha sido declarado libre de paludismo, estos hitos no solo representan victorias para las naciones involucradas, sino que además refuerzan el compromiso global de erradicar enfermedades que afectan desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables. La región de las Américas vuelve a ser declarada libre de sarampión, mientras que Guinea ha eliminado el tétanos materno y neonatal. Estos logros son el resultado de un trabajo arduo y sostenido, donde se han movilizado recursos y esfuerzos a nivel mundial. La OMS ha destacado que estas victorias son el resultado de un esfuerzo conjunto entre países, donantes y organizaciones asociadas, lo cual pone de relieve la importancia de la cooperación en la salud global. Sin embargo, a pesar de estos avances, el informe también resalta una preocupación creciente: las enfermedades no transmisibles (ENT) como las cardiopatías, la diabetes y el cáncer. Estas enfermedades son responsables de una gran parte de las muertes a nivel mundial y, a pesar de ser en gran medida evitables, su prevalencia está aumentando, especialmente en países de ingresos bajos y medios. La OMS advierte que, si no se toman medidas inmediatas, estos problemas de salud podrían obstaculizar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La OMS planea abordar esta situación con la Cuarta Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de las ENT en 2025. El objetivo es fortalecer los sistemas de salud, centrándose en la atención primaria y asegurando que los países cuenten con las herramientas necesarias para combatir estas enfermedades prevenibles. Es crucial que las naciones adopten políticas de salud pública que prioricen la prevención, en lugar de centrarse únicamente en el tratamiento. Los nuevos datos sobre la prevalencia de las ENT son alarmantes. Casi 1,800 millones de adultos en todo el mundo están en riesgo de desarrollar condiciones graves debido a la falta de actividad física. Además, el informe sobre el consumo de alcohol y drogas resalta el costo humano y social del abuso de sustancias, que se traduce en millones de muertes anuales y un incremento en las lesiones y la violencia. La resistencia a los antimicrobianos también ha sido un tema central en la agenda de la OMS. Este fenómeno representa una de las amenazas más urgentes para la salud pública, y los líderes mundiales se han comprometido a reducir la mortalidad por infecciones resistentes a los medicamentos. Este compromiso es esencial para garantizar que las futuras generaciones tengan acceso a tratamientos eficaces. A nivel global, los Estados miembros de la OMS han adoptado resoluciones que enfatizan la necesidad de medidas decisivas ante el cambio climático y sus efectos sobre la salud. La salud no puede ser vista como un tema aislado; debe estar integrada en el desarrollo económico y social de las naciones. La OMS ha instado a los países a alinear sus políticas económicas con los objetivos de salud pública, creando un entorno donde la salud sea una prioridad y no un remanente. En un esfuerzo por robustecer la seguridad sanitaria mundial, la OMS ha finalizado negociaciones para enmendar el Reglamento Sanitario Internacional, lo que permitirá una respuesta más efectiva frente a futuras pandemias. Estas enmiendas incluyen definiciones claras y un compromiso de solidaridad entre naciones para asegurar el acceso equitativo a los recursos médicos. Finalmente, es evidente que, aunque se han conseguido avances significativos en la salud global, aún queda mucho por hacer. La OMS señala que se necesita urgentemente mejorar la coordinación internacional y la colaboración para enfrentar los retos que surgen. Las lecciones aprendidas en el último año deben traducirse en acciones concretas para prevenir y controlar no solo las ENT, sino también cualquier amenaza emergente en el futuro. La salud global es una responsabilidad compartida, y solo a través de un esfuerzo colectivo podremos garantizar un futuro más saludable para todos.