El Congreso aborda la ayuda para desastres con $100 mil millones para las comunidades afectadas por la crisis.

El Congreso aborda la ayuda para desastres con $100 mil millones para las comunidades afectadas por la crisis.

El Congreso aprobó una resolución para financiar la ayuda por desastres, asignando 100 mil millones de dólares, incluidos 2.2 mil millones de dólares para préstamos de la SBA, cruciales para las empresas afectadas.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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La aprobación de una resolución de continuidad (CR) por parte del Congreso, que asegura la financiación del gobierno hasta el 14 de marzo de 2025, ha llamado la atención sobre las necesidades urgentes de las comunidades devastadas por una serie de desastres naturales en 2023 y 2024. Entre las asignaciones notables dentro de esta resolución se encuentran aproximadamente 100 mil millones de dólares destinados a esfuerzos de ayuda por desastres, con 2.2 mil millones específicamente designados para reponer el programa de préstamos por desastres de la Administración de Pequeñas Empresas de EE. UU. (SBA). Este financiamiento es crucial, especialmente porque la SBA tuvo que suspender sus ofertas de préstamos a bajo interés y a largo plazo debido a la abrumadora demanda tras los huracanes Helene y Milton. La SBA enfrentó un flujo sin precedentes de solicitudes mientras las empresas buscaban asistencia financiera para recuperarse de los efectos catastróficos de estas tormentas. La agencia ya había desembolsado millones en ofertas de préstamos, pero el volumen de solicitudes rápidamente agotó sus recursos. La suspensión de las ofertas de préstamos dejó a numerosas empresas en una situación crítica, luchando por navegar las secuelas de la destrucción sin acceso a apoyo financiero esencial. El impacto de esta escasez de financiamiento ha sido particularmente evidente en regiones que dependen en gran medida del turismo y la recreación. El Virginia Creeper Trail, un activo económico crítico para el suroeste de Virginia, sufrió daños extensos, incluida la destrucción de múltiples viaductos que hicieron que gran parte del sendero fuera intransitable. Este cierre ha amenazado los medios de vida de las empresas que dependen del flujo de turistas atraídos a la zona, destacando el efecto dominó que los desastres naturales tienen en las economías locales. El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, ha enfatizado la importancia del sendero para la salud económica de la región, subrayando la urgencia de asegurar ayuda financiera para apoyar los esfuerzos de recuperación. Los relatos personales de los propietarios de negocios locales ilustran vívidamente las profundas luchas que enfrentan aquellos afectados por estos desastres. Michael Wright, quien opera cuatro negocios en Damascus, Virginia, se encontró lidiando con las consecuencias del huracán Helene, forzado a abandonar la esperanza de recibir asistencia de la SBA y en su lugar concentrarse en salvar sus operaciones. De manera similar, Ralph Wilson tuvo que cerrar dos de sus cuatro negocios debido a graves inundaciones, sin poder asegurar el préstamo necesario de la SBA para ayudarlo a sobrellevar la tormenta. Los cierres resultaron en la pérdida de 67 empleos, amplificando la dificultad económica en la comunidad. Estas narrativas revelan la dura realidad de las consecuencias derivadas de un financiamiento inadecuado y la urgente necesidad de una ayuda por desastres accesible. Legisladores de varios estados, desde Carolina del Norte hasta Virginia, se han unido para abordar las necesidades urgentes de sus electores. Las circunstancias críticas, incluida la falta de agua potable en Asheville, Carolina del Norte, han impulsado a los legisladores a abogar por la restauración del programa de préstamos por desastres de la SBA. El senador Thom Tillis de Carolina del Norte ha hablado sobre el largo camino hacia la recuperación y la necesidad de priorizar las necesidades de aquellos afectados por los desastres. Su llamado a la unidad entre los legisladores ha resonado a través de las líneas partidarias, ilustrando un reconocimiento bipartidista del papel crucial que los préstamos de la SBA desempeñan en la recuperación tras desastres. Este esfuerzo bipartidista subraya una comprensión más amplia de la importancia del programa de préstamos por desastres de la SBA. Los legisladores de ambos lados del espectro político han reconocido que los préstamos a bajo interés y a largo plazo son vitales para ayudar a las empresas a reconstruir y recuperarse. La exitosa asignación de 2.2 mil millones de dólares dentro de la CR ejemplifica el poder de la colaboración ante desafíos nacionales críticos. La acción decisiva tomada por el Congreso muestra un compromiso con proporcionar una ayuda efectiva por desastres, reconociendo el papel esencial que las pequeñas empresas desempeñan en la vitalidad económica de las comunidades. A pesar de la restauración del financiamiento de préstamos por desastres de la SBA a través de la CR, esta situación ha revelado vulnerabilidades subyacentes en el marco de preparación para desastres del país. El agotamiento del fondo genera preocupaciones sobre la capacidad de la SBA para satisfacer consistentemente las necesidades de las empresas tras desastres. De cara al futuro, hay una necesidad urgente de que el Congreso establezca un mecanismo de financiamiento más robusto y sostenible que pueda garantizar que la SBA mantenga la capacidad de proporcionar asistencia oportuna y accesible cuando ocurran desastres. Un enfoque proactivo de este tipo infundiría mayor confianza en las pequeñas empresas, brindándoles la seguridad de que existe una red de seguridad confiable durante tiempos de crisis. En última instancia, invertir en un fondo de ayuda por desastres resiliente equivale a invertir en el bienestar de las comunidades y la estabilidad de la economía nacional.

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