La asociación del Manchester United con INEOS enfrenta tiempos turbulentos en medio de la frustración de los aficionados.

La asociación del Manchester United con INEOS enfrenta tiempos turbulentos en medio de la frustración de los aficionados.

El primer año de INEOS como accionista minoritario en el Manchester United ve al club luchando nuevamente, lo que genera dudas sobre su liderazgo y estrategia.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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A medida que INEOS celebra su primer año como accionista minoritario en el Manchester United, el ambiente en Old Trafford es menos que festivo. A pesar de las esperanzas que acompañaron la inversión el pasado Navidad, el club se encuentra en una posición familiar: fuera de la carrera por el título y recuperándose de otra derrota decepcionante, esta vez una pérdida de 3-0 ante el Bournemouth. La promesa de revitalización parece más lejana que nunca, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad de la gestión de INEOS bajo el liderazgo de Sir Jim Ratcliffe. Al reflexionar sobre el año pasado, queda claro que el progreso es difícil de medir. Hace doce meses, el United luchaba en la Premier League, lidiando con las heridas de una derrota de 2-0 ante el West Ham. Avanzando hasta la víspera de Navidad de 2023, la trayectoria del equipo parece inalterada, con otra derrota contundente que amplifica las preocupaciones entre los aficionados. Si bien una victoria en la FA Cup marcó el año, ha hecho poco por ocultar una sensación de estancamiento, lo que ha suscitado dudas sobre la dirección estratégica de INEOS. Un tema predominante en el manual de INEOS ha sido un enfoque riguroso en la reducción de costos. Desde cancelar la tradicional fiesta navideña hasta implementar una ronda de 250 despidos, la prioridad de la empresa parece ser la austeridad financiera, incluso cuando el rendimiento del club en el campo cae en picada. Este ajuste en el presupuesto ha atraído inevitablemente críticas de los aficionados, que han visto aumentar los precios de las entradas y desaparecer las concesiones, dejándolos con una sensación de alienación hacia un club que aprecian. La dinámica de propiedad en el Manchester United complica aún más la narrativa. Con INEOS poseyendo poco menos del 29% del club y la familia Glazer manteniendo el control mayoritario, estos últimos operan de manera pasiva. Este arreglo único ha otorgado a Ratcliffe un grado significativo de autonomía operativa, sin embargo, no se ha traducido en éxito. Decisiones como mantener al entrenador principal Erik ten Hag al final de la temporada anterior y luego separarse de manera abrupta del director deportivo Dan Ashworth apenas cinco meses después de su llegada ilustran un nivel de desorganización que ha costado al club en términos financieros y estratégicos. Además, los gastos excesivos en la ventana de transferencias de verano, que ascendieron a casi £200 millones, no han dado los resultados esperados, con el equipo ahora en un estado de incertidumbre bajo la nueva dirección de Ruben Amorim. La continua falta de claridad sobre los roles de los jugadores y la filosofía del equipo solo añade turbulencia alrededor del club. La visión de Ratcliffe para el futuro del Manchester United incluye planes ambiciosos para mejorar el estadio y potencialmente buscar inversores externos para financiar estos desarrollos. Si bien ha mencionado en privado nombres como Elon Musk y Jeff Bezos como posibles patrocinadores, los planes creíbles para la financiación siguen siendo esquivos, dejando a los aficionados preguntándose sobre la sostenibilidad a largo plazo de sus estrategias. A pesar del tumultuoso año, Ratcliffe se mantiene optimista, planteando que los desafíos a corto plazo allanarán el camino para el éxito futuro. Sin embargo, a medida que el espíritu festivo se desvanece y las frustraciones se acumulan, está claro que la paciencia de los aficionados del Manchester United puede estar llegando a su límite. Si el próximo año se desarrolla de manera similar al anterior, la asociación una vez prometedora con INEOS podría pronto encontrarse en aguas precarizadas. En un contexto más amplio, el artículo también arroja luz sobre un dato histórico menos conocido sobre la casi adquisición del Aston Villa por parte de la franquicia de béisbol Atlanta Braves en los años 70. Esta anécdota subraya la creciente tendencia de la propiedad estadounidense en el fútbol inglés, una realidad que contrasta marcadamente con el pasado, cuando los custodios locales reinaban supremos. A medida que el mundo del fútbol continúa lidiando con las presiones de la gestión y la propiedad, es esencial recordar el costo humano que estos roles exigen. Los entrenadores, como Guardiola y Postecoglou, enfrentan un escrutinio y estrés incesantes, a menudo equiparando los desafíos de la gestión futbolística a los que se encuentran en la política. En medio de los altibajos de la temporada, vale la pena tomarse un momento para reconocer sus luchas y el peso de las expectativas que llevan. A medida que nos adentramos en el Año Nuevo, el futuro del Manchester United bajo INEOS sigue siendo incierto. Los próximos meses serán cruciales, ya que los aficionados y las partes interesadas contienen la respiración, esperando un cambio que hasta ahora se les ha escapado.

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