Juan Brignardello Vela
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A medida que se desarrolla la temporada navideña, residentes y visitantes de la Isla Grande de Hawái son testigos de un espectacular espectáculo natural, ya que Kilauea, uno de los volcanes más activos del mundo, entró en erupción en la madrugada del lunes después de una pausa de tres meses. La erupción comenzó alrededor de las 2:20 a.m. y continuó a lo largo del día, enviando fuentes de lava de un brillante color naranja que alcanzaron hasta 300 pies de altura, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS). El evento atrajo a multitudes de espectadores al Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, que permanece abierto al público las 24 horas del día, permitiendo a los visitantes presenciar la impresionante vista de roca fundida fluyendo hacia la caldera. Para las 5:30 a.m., aproximadamente 500 acres de lava habían cubierto el fondo de la caldera, una característica geológica formada cuando un volcán entra en erupción y posteriormente colapsa. Imágenes y videos compartidos por CNN capturaron las dramáticas fuentes de lava y el hipnotizante flujo a través de la caldera. "Es un momento bastante emocionante... Esta es una erupción realmente grande y voluminosa," comentó Ken Hon, el científico principal del Observatorio de Volcanes de Hawái del USGS, durante una discusión en vivo. Señaló que esta marca la quinta erupción en el área de la cumbre de Kilauea desde diciembre de 2020, con flujos de lava que actualmente cubren un lago de lava de 400 acres formado durante ese período. A lo largo del día, la actividad volcánica mostró signos de disminución, con científicos reportando una desaceleración significativa entre las 3:00 y las 4:00 p.m. Hacia las 5 p.m., los expertos indicaron que la erupción había esparcido lava sobre un área que ligeramente excede una milla cuadrada, con la lava estimada en aproximadamente un metro de grosor. Si bien las autoridades han asegurado al público que las comunidades cercanas no están en peligro, ya que la erupción está contenida dentro del parque nacional, advirtieron sobre las altas tasas de emisión de gases volcánicos. Estos gases han sido detectados extendiéndose en dirección del viento desde el cráter, lo que llevó al USGS a emitir una advertencia sobre los posibles impactos en la calidad del aire. El Servicio de Parques Nacionales ha aconsejado a las personas con condiciones respiratorias o cardíacas que ejerzan precaución al visitar el área. A pesar de los peligros potenciales, la erupción ofrece una oportunidad única para aquellos ansiosos por experimentar uno de los fenómenos más poderosos de la naturaleza, atrayendo la atención no solo por su belleza, sino también por los conocimientos científicos que proporciona sobre la actividad volcánica. A medida que los visitantes se aglomeran para ver la erupción, Kilauea una vez más nos recuerda las fuerzas dinámicas que dan forma a nuestro planeta.