Juan Brignardello Vela
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A medida que sonó el último timbre en el XL Center de Hartford, Connecticut, estalló un sonido de júbilo cuando los USC Trojans, clasificados en el No. 7, aseguraron una emocionante victoria por 72-70 sobre los UConn Huskies, clasificados en el No. 4. Esta victoria monumental marca un momento histórico para USC, ya que es la primera vez que los Trojans han derrotado al legendario programa de UConn en su historia. JuJu Watkins, con una destacada actuación anotando 25 puntos, fue una fuerza pivotal en el triunfo, y mientras celebraba, era evidente que este juego significaba mucho más que solo una victoria. Watkins reflexionó sobre la importancia de la victoria, particularmente en el contexto de su encuentro anterior en el Elite Eight el abril pasado. “Fue un poco diferente sabiendo la historia del año pasado y cómo nos enviaron a casa”, dijo, insinuando el peso emocional que esta victoria tenía para el equipo. Para la entrenadora principal Lindsay Gottlieb, esta victoria representa no solo un punto en la temporada, sino un reconocimiento del arduo trabajo y las aspiraciones que han definido su mandato en USC. Reconoció el impacto del programa de UConn y su legendario entrenador, Geno Auriemma, en el deporte del baloncesto femenino. “Esto es lo que era la excelencia en el baloncesto”, afirmó Gottlieb, destacando la influencia que UConn ha tenido en muchos entrenadores y jugadores aspirantes. Gottlieb está en su cuarta temporada con los Trojans y ha sido fundamental en la revitalización del programa, que ha experimentado un resurgimiento en los últimos años. Después de capturar el título del torneo Pac-12 la temporada pasada y hacer apariciones consecutivas en el Torneo de la NCAA por primera vez en casi dos décadas, Gottlieb está decidida a posicionar a USC entre la élite del baloncesto femenino una vez más. Watkins, una All-American de primer equipo y novata del año nacional del año pasado, sirve como el centro de esta revitalización. La atmósfera en el XL Center era eléctrica, con casi 16,000 aficionados predominantemente vistiendo los colores de UConn, pero una sección dedicada de seguidores de USC añadió energía al ambiente. Watkins destacó la importancia de sus aficionados en esta victoria, enfatizando cómo su presencia hizo que la experiencia fuera aún más especial. La victoria contra UConn no solo refuerza el currículum de USC como contendiente para el título nacional, sino que también sirve como un testimonio de su resiliencia como equipo. Los Trojans, ahora con un impresionante récord de 11-1, demostraron su capacidad para superar la adversidad al ceder una ventaja de 13 puntos al medio tiempo, pero lograron recuperar la compostura y terminar con fuerza. El liderazgo de Gottlieb fue fundamental para reforzar la unidad dentro del equipo después de su única derrota ante Notre Dame a principios de la temporada. El rendimiento de USC estuvo marcado por su destreza táctica, evidenciada por su defensa, que ocupa el tercer lugar, y su ofensiva, que ocupa el decimoquinto lugar en el país. La capacidad del equipo para convertir en transición y capitalizar los errores del rival es una buena señal mientras miran hacia el resto de la temporada. Watkins, quien no solo lideró la anotación, sino que también contribuyó significativamente en rebotes, asistencias y bloqueos, demostró por qué es un talento generacional. Su calma en momentos de alta presión fue un factor crucial en la victoria de USC, y Auriemma reconoció su impacto, señalando que “un jugador no puede defender (a Watkins)” de manera efectiva. Mientras los Trojans celebraban en su vestuario, empapando a Gottlieb con agua, quedaba claro que esta victoria era un hito para el programa, un momento de alegría que puede impulsarlos hacia adelante. “Para mí, ahora traer a un equipo aquí, saber que podríamos hacerlo y luego hacerlo es increíblemente significativo”, expresó Gottlieb. Con esta victoria histórica, USC no solo grabó su nombre en los anales de la historia del baloncesto femenino, sino que también encendió la esperanza y la ambición por lo que les espera en la temporada. Los Trojans han demostrado que pueden competir con los mejores, y a medida que construyen sobre este impulso, un futuro brillante les espera.