Vanuatu enfrenta una crisis tras el terremoto de 7.3: el Rey Carlos envía condolencias y apoyo.

A raíz del devastador terremoto de magnitud 7.3 que golpeó Vanuatu, el rey Carlos ha enviado sus oraciones y condolencias a las comunidades afectadas de esta pequeña nación insular. El terremoto, que ocurrió a solo 31 kilómetros de la capital, Port Vila, ya ha resultado en la trágica pérdida de al menos 14 vidas y ha dejado a más de 200 personas heridas, con temores de que el número de fallecidos pueda aumentar a medida que continúan los esfuerzos de rescate. En un mensaje sincero compartido en las redes sociales, el rey Carlos y la reina Camila expresaron su tristeza por la magnitud de la destrucción causada por el desastre natural. La declaración del rey, entregada en inglés y en Tok Pisin—la lengua franca ampliamente hablada en Vanuatu—subrayó la profunda conexión que siente con la nación insular, especialmente tras su visita en 2018. “Soy consciente... del extraordinario espíritu de los ni-Vanuatu, que ha sido convocado demasiado a menudo en los últimos años con ciclones repetidos y, ahora, con este terrible terremoto,” escribió. Las consecuencias del terremoto van más allá de las bajas inmediatas. Las réplicas en curso, incluido un terremoto de magnitud 5.2 al día siguiente y un significativo temblor de 6.1 reportado recientemente, han obstaculizado los esfuerzos de rescate y agravado la ya precaria situación en Vanuatu. Las agencias de ayuda están luchando por contabilizar todas las bajas, con muchas víctimas aún no localizadas, ya que permanecen atrapadas bajo los escombros o aún no han llegado a instalaciones médicas. El impacto del terremoto ha obligado a casi 1,000 personas a abandonar sus hogares, y los trabajadores de ayuda advierten que alrededor de 20,000 personas podrían enfrentar pronto una grave escasez de agua. Brecht Mommen, especialista en agua, saneamiento e higiene de UNICEF en la región, enfatizó la urgencia de abordar la crisis del agua para prevenir un desastre secundario, como un brote de diarrea, alimentado por agua contaminada. Hasta ahora, la ubicación y el alcance de los daños en la infraestructura de agua siguen sin estar claros, complicando los esfuerzos de respuesta. La situación en Vanuatu es grave, y mientras la comunidad internacional se moviliza para proporcionar apoyo y asistencia, la resiliencia del pueblo ni-Vanuatu será nuevamente puesta a prueba. Mientras el rey Carlos extendía sus pensamientos y oraciones a la nación, el mundo observa de cerca, esperando una rápida recuperación y rehabilitación para aquellos afectados por este trágico desastre natural.