El béisbol lamenta la pérdida de Rickey Henderson, una leyenda y mentor querido.

El béisbol lamenta la pérdida de Rickey Henderson, una leyenda y mentor querido.

El béisbol llora a Rickey Henderson, de 65 años, un jugador y mentor legendario, cuyo legado de talento y amabilidad impactó a muchos.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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El mundo del béisbol está de luto por la pérdida de una de sus figuras más icónicas, Rickey Henderson, quien falleció el viernes a la edad de 65 años. Conocido como "el Hombre de los Robos" por sus logros récord en el campo, el legado de Henderson trasciende las meras estadísticas; fue una figura querida que impactó las vidas de quienes lo rodeaban, tanto compañeros de equipo como oponentes. Tras su muerte, han llegado emotivos tributos de toda la Major League Baseball. Henderson era conocido no solo por su destreza como jugador—poseyendo los récords de todos los tiempos de bases robadas y carreras anotadas—sino también por su personalidad carismática y su espíritu generoso. Muchos han enfatizado que detrás de la fachada de fanfarrón había un hombre que realmente se preocupaba por los demás, compartiendo generosamente su tiempo y sabiduría con compañeros de equipo, entrenadores y personal a lo largo de su carrera de 25 años. Tony La Russa, el mánager de Henderson durante mucho tiempo, expresó el asombro y la tristeza colectiva que se siente en la comunidad del béisbol, señalando que "todos están atónitos y muy tristes". Los Oakland Athletics, un equipo que Henderson llamó hogar durante múltiples períodos, compartieron sus propios sentimientos, afirmando: "Rickey fue mucho más que un ícono de la franquicia y un miembro del Salón de la Fama del Béisbol. Fue un amigo y mentor para cada jugador, entrenador y empleado". La carrera de Henderson en la MLB abarcó desde 1979 hasta 2003, lo que le permitió presenciar la evolución del juego y conectar con generaciones de jugadores. El miembro del Salón de la Fama Mike Piazza, quien jugó junto a Henderson durante su tiempo en los Mets, recordó con cariño la experiencia de batear detrás de él: "Rickey Henderson era un sueño batear detrás como compañero de equipo y una pesadilla para un receptor como oponente". Piazza destacó la generosidad de Henderson, su humor y la alegría que traía a quienes lo rodeaban. El ex receptor A.J. Hinch recordó su temporada de novato junto a Henderson, afirmando: "La broma era real. La sabiduría era infinita". Este sentimiento fue compartido por otros, incluido el receptor de los A’s Jonathan Lucroy, quien recordó con cariño jugar a las cartas con Henderson en el clubhouse, reflexionando sobre el calor y el humor que él aportaba a sus vidas. Durante su ilustre carrera, Henderson ganó dos títulos de la Serie Mundial, fue seleccionado 10 veces para el All-Star y obtuvo numerosos premios, incluidos tres Silver Slugger y un MVP. Su inducción al Salón de la Fama fue marcada por casi el 95 por ciento de los votos, un testimonio de su impacto en el juego. Frank Thomas, otro ícono del Salón de la Fama, llamó a Henderson "el motor de mi era", enfatizando la alegría que traía al campo y la camaradería que fomentaba entre los jugadores. El dolor sentido por los compañeros de equipo y amigos de Henderson es palpable. Wade Boggs, un compañero del club de los 3,000 hits, describió el día del fallecimiento de Henderson como "triste" para la familia del Salón de la Fama. El cerrador de largo tiempo Billy Wagner expresó su asombro, diciendo que creció idolatrando a Henderson y subrayó la combinación única de talento y carácter que lo hacía especial. El legado de Henderson no se limita a sus logros notables en el campo, sino que está profundamente arraigado en las relaciones que cultivó a lo largo de su carrera. El asistente del gerente general, Billy Owens, comentó de manera conmovedora sobre la naturaleza de su cumpleaños al caer en Navidad, diciendo: "El cielo debe haber necesitado un primer bateador". Para innumerables jugadores, entrenadores y aficionados, Rickey Henderson fue un faro de excelencia en el béisbol. Su capacidad para inspirar a los jugadores más jóvenes y compartir su conocimiento lo convirtió en un mentor apreciado. El ex jardinero de los A’s, Josh Reddick, expresó su gratitud por la oportunidad de aprender de alguien a quien había idolatrado de niño, destacando el profundo impacto que Henderson tuvo en la próxima generación de jugadores. Como un Oakland Athletic de corazón, la profunda conexión de Henderson con la franquicia será recordada para siempre. Mark Kotsay, el actual mánager de los A's, transmitió la presencia irreemplazable que Henderson tenía en el clubhouse. "Fue un honor llevar la misma uniforme y tenerlo a nuestro lado", dijo Kotsay. Rickey Henderson puede haber sido conocido por su actitud fanfarrona, pero como revela el torrente de tributos, tenía todas las razones para estar orgulloso. Su legado es uno de talento inigualable, carisma desbordante y una influencia profunda que resonará en el béisbol durante años venideros.

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