Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Costa Rica, un país que se ha ganado el corazón de los viajeros por su riqueza natural y cultural, se prepara para recibir a tres millones de turistas este año. Con una superficie de solo 51,100 kilómetros cuadrados, este pequeño paraíso centroamericano sorprende con una diversidad monumental que incluye 29 parques nacionales, 19 refugios de vida silvestre y ocho reservas biológicas. La promesa de aventuras al aire libre, desde la exploración de volcanes hasta el surf en playas caribeñas y pacíficas, atrae a turistas de todas partes del mundo. Uno de los destinos imperdibles en cualquier itinerario es el Parque Nacional Volcán Poás, ubicado a tan solo 90 minutos de San José. Este volcán activo, conocido por su cráter de enormes proporciones y fumarolas que emergen de su interior, ofrece una experiencia única de conexión con la naturaleza. Los visitantes pueden disfrutar de senderos que los conducen hasta los miradores, donde la vista del cráter es simplemente impresionante, especialmente cuando la neblina da un toque mágico al paisaje. Más al norte, el Parque Nacional Volcán Arenal se presenta como un destino multifacético. No solo ofrece la majestuosidad de su imponente volcán, sino también actividades como senderismo y cabalgatas. La cascada La Fortuna, con su impresionante caída de 70 metros, es un lugar ideal para refrescarse y disfrutar de la biodiversidad que rodea la piscina natural. Aquí, es común avistar monos y tucanes, lo que convierte a la experiencia en un deleite tanto visual como sensorial. La costa del país no se queda atrás en cuanto a atractivos. La bahía Drake, situada más al sur, es un lugar donde la naturaleza y la aventura se entrelazan. Con la posibilidad de avistar delfines y practicar buceo en la isla del Caño, este destino se convierte en un verdadero santuario para los amantes de la vida marina. La belleza de sus paisajes es un aliciente más para quienes buscan una conexión profunda con el entorno natural. El surf es otra de las actividades que atrae a miles de visitantes. Con 1,300 kilómetros de costa, Costa Rica ofrece condiciones ideales durante todo el año para disfrutar de este deporte. Desde las olas de la playa Hermosa, conocidas por su rompiente perfecta, hasta la tranquilidad de Tamarindo Beach para principiantes, hay opciones para todos los niveles. La posibilidad de surfear en dos océanos en un solo día es un atractivo único que pocos lugares en el mundo pueden ofrecer. Las playas de Costa Rica no solo son conocidas por sus olas, sino también por su belleza escénica. Playa Grande, famosa por ser el lugar de anidación de las tortugas baulas, ofrece un entorno natural impresionante, mientras que las playas de Santa Teresa y Carmen son el refugio de celebridades, combinando un ambiente bohemio con lujosos hoteles y restaurantes. La posibilidad de realizar actividades como parapente y avistamiento de vida silvestre hacen de esta región un sitio ideal para quienes buscan aventura y relax en un solo lugar. Para aquellos que buscan hospedarse en un entorno de lujo sostenible, el W Costa Rica - Reserva Conchal se presenta como una opción excepcional. Este resort, que ofrece una variedad de actividades desde kayak hasta yoga, está enfocado en la sostenibilidad y el bienestar. Sus instalaciones de alta gama garantizan una experiencia de descanso total, haciendo que la conexión con la naturaleza sea también un momento de placer y confort. Próximamente, en 2025, se inaugurará el Waldorf Astoria Costa Rica Punta Cacique, un hotel que promete revolucionar el concepto de hospedaje en la región. Con una arquitectura moderna que se integrará en el entorno tropical, este hotel ofrecerá experiencias exclusivas rodeadas de la deslumbrante naturaleza costarricense. Sus vistas panorámicas y su enfoque en el bienestar y la gastronomía de alto nivel lo convierten en una opción irresistible para los viajeros más exigentes. En suma, Costa Rica se posiciona como un destino que no solo celebra su biodiversidad, sino que también la protege a través de iniciativas de ecoturismo. Desde la vigilancia de nidos de tortugas marinas hasta la reforestación con especies autóctonas, cada visita se convierte en una oportunidad para contribuir al cuidado del medio ambiente. Los turistas no solo se llevan recuerdos inolvidables, sino también la satisfacción de saber que su presencia ayuda a conservar este paraíso terrenal. Así, Costa Rica se reafirma como un destino que lo tiene todo: aventura, relax, lujo, y una conexión inquebrantable con la naturaleza. Sin dudas, un viaje a este país es una inversión en experiencias que perduran, y una invitación a vivir la pura vida, en su máxima expresión.