Juan Brignardello Vela
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Con los Baltimore Ravens recibiendo a los Pittsburgh Steelers el sábado por la tarde, las apuestas no podrían ser más altas para un equipo que busca desesperadamente poner fin a su reciente racha negativa contra sus acérrimos rivales. El mantra del entrenador en jefe John Harbaugh de "aprender a no perder" ha cobrado nueva urgencia mientras los Ravens se preparan para un juego que no solo tiene implicaciones para el título de la AFC Norte, sino también para sus propias aspiraciones de playoffs. Los Ravens (9-5) se han encontrado en un patrón frustrante contra los Steelers, habiendo perdido cuatro enfrentamientos consecutivos y ocho de sus últimos nueve. En cada una de esas derrotas, el margen ha sido muy estrecho, a menudo decidido por una sola posesión. La historia reciente indica que los errores autoinfligidos—penalizaciones, pérdidas de balón y falta de disciplina—han sido la perdición de los Ravens. "Este deporte es implacable", dijo el safety Kyle Hamilton, resonando con el énfasis de Harbaugh en el lado mental del juego. "Las penalizaciones y la falta de comunicación—eso es lo que te hace perder partidos." De hecho, los números no mienten. En sus enfrentamientos pasados, los Ravens han luchado enormemente en el cuarto cuarto, siendo superados 78-35 en puntos. Han promediado 64 yardas por penalización por partido en comparación con las 42 de los Steelers, y la batalla de pérdidas de balón ha sido un factor significativo, con los Ravens perdiendo esa estadística 19-7 en los últimos nueve encuentros. Estas heridas autoinfligidas se mostraron claramente en su último enfrentamiento, donde un gol de campo fallido y múltiples balones sueltos les costaron caro. El coordinador ofensivo Todd Monken expresó frustración visible durante la práctica de esta semana, enfatizando la urgencia de los ejercicios de seguridad en la entrega del balón. Recordó las dificultades de los Ravens con las pérdidas de balón contra los Steelers y subrayó la necesidad de mejorar, especialmente dado que Pittsburgh ha sido hábil en forzar pérdidas esta temporada. A medida que los Ravens se preparan para este enfrentamiento crítico, varios factores clave influirán en su éxito. El mariscal de campo Lamar Jackson ha tenido históricamente dificultades contra los Steelers, con un récord de 1-4 y problemas notables con las pérdidas de balón. Sin embargo, este juego marca su primera titularidad oficial contra Pittsburgh frente a una multitud completa en el M&T Bank Stadium, lo que podría proporcionar una atmósfera electrizante y una oportunidad de redención. La physicalidad del plan de juego defensivo de los Steelers ha molestado frecuentemente a los Ravens. En su encuentro de noviembre, Jackson enfrentó una abrumadora estrategia de blitz que le impidió realizar grandes jugadas. Queda por ver si los Steelers se mantendrán en este enfoque o ajustarán, especialmente con lesiones que afectan a su unidad defensiva. En el lado ofensivo, los Ravens deberán aprovechar su juego de carrera temprano y con frecuencia contra una defensa de los Steelers que podría estar fatigada después de haber jugado 80 jugadas la semana anterior. El éxito del corredor Derrick Henry será fundamental para establecer impulso y capitalizar cualquier pierna cansada en la defensa contraria. Otro elemento crítico será el rendimiento del ala cerrada de los Ravens, Mark Andrews, quien no ha logrado encontrar la zona de anotación contra los Steelers en su carrera. Su capacidad para ser un objetivo confiable para Jackson podría resultar esencial para romper la reciente maldición de los Ravens contra Pittsburgh. Las apuestas no son solo monumentales para los Ravens, sino también para los Steelers, quienes pueden asegurar el título de la AFC Norte con una victoria. Baltimore necesita aprovechar la desesperación de su situación y utilizar la ventaja de local para cambiar la dinámica de esta larga rivalidad. Con implicaciones de playoffs en juego, los Ravens no solo deben jugar a sus fortalezas, sino también eliminar los errores que los han perseguido en encuentros anteriores. Si pueden ejecutar un plan de juego disciplinado, evitar penalizaciones y mantener la compostura bajo presión, podrían muy bien encontrarse del lado ganador de este crucial enfrentamiento. Como dijo Hamilton, "Tenemos que aprender a no perder partidos antes de poder ganar partidos." Solo el tiempo dirá si los Ravens pueden estar a la altura de la ocasión.