Vanuatu enfrenta devastación tras un terremoto de magnitud 7.3, se intensifican los esfuerzos de rescate.

Vanuatu enfrenta devastación tras un terremoto de magnitud 7.3, se intensifican los esfuerzos de rescate.

Un terremoto de magnitud 7.3 golpea Vanuatu, causando numerosas víctimas y desplazamientos. Las operaciones de rescate enfrentan desafíos debido a los daños en la infraestructura.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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En la secuela de un devastador terremoto de magnitud 7.3 que golpeó en alta mar frente a la isla más poblada de Vanuatu el 17 de diciembre de 2024, las operaciones de rescate se han intensificado en la capital, Port Vila. A medida que llegan equipos de rescate del extranjero, la magnitud de la destrucción se hace cada vez más evidente, con informes que indican que muchos edificios aún no han sido inspeccionados y se espera que las bajas aumenten significativamente. Funcionarios han confirmado al menos 10 muertes y más de 200 heridos, pero estas cifras probablemente están subestimadas, ya que muchas víctimas aún no han llegado a hospitales donde podrían ser contabilizadas. El impacto del terremoto ha dejado a casi 1,000 residentes desplazados, y las organizaciones humanitarias estiman que alrededor de 20,000 personas actualmente no tienen acceso a agua potable. Brecht Mommen, especialista en agua, saneamiento e higiene de UNICEF en Vanuatu, advirtió que el mayor riesgo ahora radica en el potencial brote de enfermedades transmitidas por el agua, particularmente la diarrea, debido al consumo de agua contaminada. Se están realizando esfuerzos para distribuir camiones de agua a las áreas afectadas, pero localizar y reparar las tuberías de agua dañadas en Port Vila sigue siendo un desafío abrumador. La situación se complica aún más por carreteras bloqueadas, atascos de tráfico y comunicaciones inconsistentes, lo que ha obstaculizado los esfuerzos de ayuda. Con lluvia pronosticada en los próximos días, hay temores de que esto pueda agravar deslizamientos de tierra ya peligrosos, incluido uno que ha obstruido el puerto marítimo crítico. Aunque el aeropuerto ha reanudado temporalmente las operaciones para vuelos humanitarios, se espera que las aerolíneas comerciales regresen solo el domingo. Vanuatu, un archipiélago ubicado entre Australia y Fiji, no es ajeno a los desastres naturales, ya que su geografía lo sitúa en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Históricamente, la nación experimenta terremotos frecuentes, pero ninguno tan severo como este reciente temblor en la memoria viva. El desastre ocurre en un momento en que Vanuatu enfrenta la amenaza existencial del cambio climático, habiendo liderado recientemente un caso legal histórico en las Naciones Unidas instando a los principales contaminadores a asumir una mayor responsabilidad por sus emisiones, ya que el aumento del nivel del mar amenaza su propia existencia. Antes del terremoto, la economía de Vanuatu ya estaba en una situación precaria, afectada por la pandemia de COVID-19 y los ciclones posteriores que devastaron el turismo, uno de los principales pilares económicos del país. El colapso de la aerolínea nacional a principios de este año ha puesto aún más presión sobre los recursos financieros del país. Actualmente liderado por un gobierno interino en medio de la inestabilidad política, Vanuatu se prepara para celebrar elecciones anticipadas en enero, pero los desafíos de gobernanza en curso pueden obstaculizar los esfuerzos de recuperación. El panorama político ha sido tumultuoso, con el Primer Ministro Charlot Salwai ahora sirviendo como el cuarto primer ministro en solo cuatro años. Los analistas temen que el caos político prevaleciente, caracterizado por un "enfoque permanente a corto plazo", pueda desincentivar la inversión extranjera y la financiación necesaria para proyectos de desarrollo a largo plazo. A medida que Vanuatu navega por esta crisis, también debe enfrentarse a las dinámicas geopolíticas en el Pacífico. Con la creciente competencia entre las naciones occidentales y China por la influencia en la región, los niveles de deuda de Vanuatu han levantado alarmas entre los observadores internacionales. Tras el terremoto, es probable que el gobierno busque opciones de financiamiento adicionales, lo que podría complicar aún más su panorama económico. La respuesta de la comunidad internacional a la crisis actual de Vanuatu será crucial para determinar no solo la recuperación inmediata de este terremoto, sino también la resiliencia a largo plazo de esta nación insular que enfrenta desafíos acumulativos de desastres naturales y cambio climático.

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