Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A raíz del devastador terremoto de magnitud 7.3 que azotó Vanuatu el 17 de diciembre de 2024, una avalancha de actividad en las redes sociales ha trazado conexiones dudosas entre este desastre natural y el Programa de Investigación Activa de Auroras de Alta Frecuencia (HAARP), una instalación científica ubicada en Alaska. Estas afirmaciones sugieren que HAARP tuvo un papel en el terremoto, una teoría que ha sido completamente desmentida por expertos en el campo. El terremoto, que ocurrió aproximadamente a 30 kilómetros de la costa de Efate, la isla principal de Vanuatu, resultó en daños significativos en la ciudad capital de Port Vila. La Oficina Nacional de Gestión de Desastres reportó pérdidas trágicas, incluyendo nueve muertes confirmadas y más de 200 personas heridas. En las horas posteriores, las plataformas de redes sociales se inundaron de publicaciones que afirmaban que HAARP estaba involucrado en el terremoto, con afirmaciones que iban desde que se trataba de un acto de guerra hasta aseveraciones de que formaba parte de un esquema más amplio relacionado con la "armamentización del clima". Una publicación particularmente alarmante decía: "Esto es un ataque contra todos los seres humanos. No es cambio climático... se llama proyecto HAARP." Otros usuarios compartieron desgarradoras imágenes de la destrucción, etiquetándolas con acrónimos asociados a HAARP e insinuando vínculos con la "siembra de nubes". Tal retórica alimenta teorías de conspiración de larga data que han rodeado a HAARP desde su creación como un proyecto de investigación militar en 1993, una instalación que a menudo se ha atribuido incorrectamente la capacidad de manipular el clima y actividades geológicas. A pesar de las afirmaciones sensacionalistas que circulan en las redes sociales, los expertos han sido inequívocos en sus evaluaciones sobre las capacidades de HAARP. Toshi Nishimura, investigador ionosférico en la Universidad de Boston, enfatizó que no hay base científica para la idea de que HAARP pudiera inducir terremotos, afirmando que ni la ionosfera ni las ondas de radio tienen la capacidad de desencadenar tales eventos sísmicos, ya sea de forma natural o artificial. Además, Jessica Matthews, la gerente del programa en HAARP, reiteró que los instrumentos de investigación de la instalación no pueden crear ni amplificar desastres naturales. Vanuatu se encuentra ubicado a lo largo del Anillo de Fuego del Pacífico, una región conocida por su actividad sísmica, lo que la hace particularmente susceptible a terremotos y erupciones volcánicas. Esta realidad geológica subraya que el terremoto fue un fenómeno natural, impulsado por los movimientos tectónicos característicos de esta región activa. La propagación de desinformación tras desastres naturales puede ser particularmente perjudicial, desviando la atención de la urgente necesidad de ayuda humanitaria y esfuerzos de recuperación. A medida que las comunidades en Vanuatu comienzan a reconstruirse y recuperarse de este trágico evento, es vital priorizar la información precisa y apoyar a los afectados, en lugar de sucumbir a teorías de conspiración infundadas que pueden agravar aún más el miedo y la confusión. A medida que navegamos los desafíos que plantean los desastres naturales, es crucial basarse en la comprensión científica y la experiencia, evitando afirmaciones sensacionalistas que carecen de cualquier fundamento factual.