Juan Brignardello Vela
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A medida que el equipo nacional masculino de fútbol de EE. UU. se prepara para un año crucial, las preocupaciones sobre las lesiones de los jugadores comienzan a aumentar. El último golpe llegó cuando la Juventus anunció que el extremo Tim Weah estará fuera de juego durante al menos dos semanas debido a una lesión en el tendón de la corva. Weah se une a una lista creciente de jugadores estadounidenses que están lidiando con lesiones, lo que ha llevado a discusiones sobre la profundidad y preparación del equipo mientras miran hacia la semifinal de la Liga de Naciones de CONCACAF contra Panamá el 20 de marzo. El informe de lesiones es una mezcla de buenas y malas noticias para los aficionados estadounidenses. Junto a Weah, el jugador del Milan, Christian Pulisic, está lidiando con un problema en la pantorrilla, el mediocampista de Middlesbrough, Aidan Morris, está fuera de juego por una lesión en la rodilla, mientras que el delantero de Norwich City, Josh Sargent, y el atacante Haji Wright están lidiando con lesiones en la ingle y el tobillo, respectivamente. Preocupaciones más serias persisten con el lateral derecho Sergiño Dest, quien está fuera por un desgarro de ligamento cruzado anterior y se espera que regrese en febrero, y el delantero Folarin Balogun, quien se está recuperando de una cirugía en el hombro y se anticipa que esté de vuelta para abril. A pesar del preocupante número de lesiones, el entrenador Mauricio Pochettino ha instado a los aficionados a no entrar en pánico aún. Con tres meses restantes hasta que comience la acción competitiva, hay tiempo suficiente para que los jugadores se recuperen y recuperen su forma física. En una reciente conferencia de prensa, enfatizó la importancia del bienestar de los jugadores de cara a marzo, afirmando: “Necesitamos ser más fuertes en marzo. Necesitamos jugar la semifinal. Pero lo más importante es construir. Los vamos a extrañar. Necesitamos estar desesperados por llegar a marzo todos juntos”. Si bien el impacto inmediato de estas lesiones puede no sentirse durante la próxima ronda de partidos competitivos, la situación sirve como un recordatorio claro de la fragilidad de la profundidad del equipo. Mirando hacia atrás en la campaña de clasificación para la Copa Mundial de 2022, EE. UU. tuvo la suerte de contar con jugadores relativamente sanos antes del torneo, a pesar de que varios jugadores clave se perdieron un tiempo significativo. Esta vez, Pochettino enfrenta el desafío no solo de gestionar a los que están actualmente fuera, sino también de asegurarse de que haya reemplazos capaces listos para entrar cuando sea necesario. La posición de defensa central, en particular, es un área donde Pochettino está interesado en fortalecer la profundidad. Con Miles Robinson y Chris Richards fuera en Qatar, EE. UU. pudo confiar en veteranos experimentados como Tim Ream, quien emergió como un líder clave, así como en sólidas actuaciones de Walker Zimmerman y Cameron Carter-Vickers. La actual crisis de lesiones sirve como un llamado a la acción para el cuerpo técnico para identificar nuevos talentos, especialmente con el campamento de enero a la vista. Jugadores como Tanner Tessmann, quien se unió recientemente al Lyon, y Joe Scally, quien está presionando para ocupar la posición de Dest, han comenzado a aprovechar las oportunidades bajo la dirección de Pochettino. La racha goleadora de Ricardo Pepi con el PSV y las sólidas actuaciones de Mark McKenzie también han demostrado la profundidad de talento que podría ser aprovechada si otros jugadores permanecen indisponibles. Mirando hacia adelante, se espera que Pochettino explore opciones de jugadores como Alejandro Zendejas y Brandon Vázquez, así como que mantenga un ojo en talentos emergentes en las ligas nacionales y en Europa. La posibilidad de lesiones podría abrir la puerta a nuevas caras para ganarse su lugar en el campamento de marzo, lo que podría remodelar la plantilla del equipo. Si bien el futuro inmediato puede carecer de partidos competitivos, la actual serie de lesiones subraya la importancia de la planificación a largo plazo para el equipo nacional masculino de EE. UU. A medida que Pochettino y su personal se preparan para la semifinal de marzo, deben no solo navegar por los efectos de estas lesiones, sino también capitalizar las oportunidades de crecimiento dentro del equipo. La esperanza sigue siendo que, cuando llegue el momento de enfrentarse a Panamá, el equipo esté en forma, competitivo y listo para mostrar la profundidad de talento que el fútbol estadounidense tiene para ofrecer.