Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Después de una búsqueda prolongada y tumultuosa de nuevos propietarios, el Everton Football Club se encuentra en un momento crucial de su larga y rica historia. El Grupo Friedkin (TFG) ha completado oficialmente su adquisición del club, adquiriendo el 94.1 por ciento de la participación de Farhad Moshiri. El acuerdo, finalizado tras recibir las aprobaciones necesarias de la Premier League, la Asociación de Fútbol y la Autoridad de Conducta Financiera, trae consigo una promesa de cambio y esperanza para una afición que ha soportado varias temporadas desafiantes. Durante el mandato de Moshiri de ocho años, el club experimentó un frenesí de gasto en el mercado de fichajes, sin embargo, los resultados han estado lejos de ser reconfortantes. El equipo ha pasado por ocho entrenadores permanentes con diferentes filosofías, ha enfrentado batallas de descenso y ha sufrido deducciones de puntos debido a violaciones de las regulaciones financieras. A medida que avanza la temporada actual, con el Everton nuevamente cerca de la zona de descenso, la llegada de TFG señala una nueva dirección y un posible cambio de rumbo. Dan Friedkin, el presidente y director ejecutivo de TFG, cuenta con una fortuna personal estimada en 8.2 mil millones de dólares. Su grupo, que opera desde Houston, Texas, tiene unos ingresos anuales impresionantes de alrededor de 13 mil millones de dólares. La fortuna de la familia Friedkin proviene principalmente de Gulf States Toyota, un importante distribuidor de vehículos Toyota. La participación de la familia en el deporte incluye la propiedad de la AS Roma en Italia y una reciente adquisición de un club francés, el Cannes. Esta experiencia en la gestión de clubes de fútbol, aunque marcada por algunos contratiempos, sugiere que TFG tiene los recursos y la ambición necesarios para elevar el perfil del Everton tanto dentro como fuera del campo. El atractivo del nuevo estadio del Everton en Bramley-Moore Dock, que se inaugurará la próxima temporada, ha sido un factor significativo para atraer compradores. El nuevo recinto no solo aumentará la capacidad a 52,888, sino que también elevará el potencial del club tanto financiera como competitivamente. Además, la rica historia del Everton, habiendo ganado el campeonato inglés en nueve ocasiones, lo ha convertido en un activo deseable a los ojos de los potenciales inversores. La trayectoria que llevó a esta adquisición no fue sencilla. Numerosas partes, incluido el Grupo KAM y MSP Sports Capital, expresaron interés pero finalmente no lograron concretar acuerdos. Una oferta controvertida de 777 Partners fracasó, dejando a TFG como el último pretendiente. La exclusividad que se les otorgó en las negociaciones resultó fructífera, culminando en el acuerdo completado el 24 de septiembre. A pesar de los desafíos de TFG en la AS Roma, incluidos cambios de entrenadores de alto perfil y resultados mixtos, la familia Friedkin ha indicado su compromiso de asegurar que el Everton compita por títulos. Sus declaraciones recientes reflejan una visión de estabilidad y crecimiento, con planes para fortalecer la infraestructura y la competitividad del club. El futuro inmediato del Everton es incierto. Con la gestión y el cuerpo técnico del club bajo escrutinio, se anticipan pronto nuevos nombramientos, incluido un nuevo CEO, ya que TFG busca optimizar las operaciones. Sean Dyche, el actual entrenador, y Kevin Thelwell, el director de fútbol, están ambos en los últimos años de sus contratos, y sus posiciones podrían ser reevaluadas a medida que TFG busque inyectar nuevas ideas y dirección en el club. A medida que se acerca la ventana de transferencias de enero, la estrategia del Everton podría inclinarse fuertemente hacia fichajes en préstamo y adquisiciones inteligentes en lugar de transferencias de alto perfil. Dadas las limitaciones financieras y la necesidad de una renovación en la plantilla, el reclutamiento del club será crítico para determinar su destino al final de la temporada. Para los aficionados del Everton, la llegada de TFG representa un faro de esperanza después de años de estancamiento. La promesa de inversión, un enfoque en el desarrollo a largo plazo y el potencial de un regreso a las altas esferas del fútbol inglés podrían anunciar un nuevo capítulo para el club. Sin embargo, mientras el equipo lucha por mantener su estatus en la Premier League, el camino hacia la revitalización requerirá una planificación cuidadosa, una gestión efectiva y un compromiso inquebrantable con la mejora dentro y fuera del campo. Los ojos del mundo del fútbol estarán puestos en el Everton mientras emprende este nuevo viaje, esperando que el Grupo Friedkin pueda ofrecer el cambio que el club necesita con tanta urgencia.