Intensas operaciones de rescate en marcha en Vanuatu tras un devastador terremoto de magnitud 7.3.

Las operaciones de rescate en Vanuatu se están intensificando mientras las autoridades buscan sobrevivientes tras un devastador terremoto de magnitud 7.3 que golpeó la isla principal el martes por la tarde. El sismo, que ha cobrado al menos 14 vidas, dejó un rastro de destrucción en la capital, Port Vila, donde los equipos de rescate trabajan contrarreloj para llegar a aquellos atrapados bajo los escombros de edificios colapsados. Los testimonios de testigos describen escenas desgarradoras mientras residentes y rescatistas trabajaban incansablemente durante la noche, utilizando maquinaria pesada y herramientas manuales para buscar sobrevivientes. Michael Thompson, un residente local, compartió los esfuerzos desesperados por liberar a quienes estaban atrapados en una tienda de tres pisos que quedó aplastada, revelando que, aunque tres individuos habían sido rescatados, uno sucumbió a sus heridas. La urgencia de la situación era palpable, y Thompson comentó: “Cuando disminuimos la velocidad con las ventanas bajadas, podíamos escuchar gritos provenientes del interior”. El terremoto no solo devastó estructuras, sino que también provocó deslizamientos de tierra significativos, lo que complicó aún más la misión de búsqueda y rescate. Además de las fatalidades, los informes indicaron que otros sufrieron lesiones, abrumando al hospital local, que también sufrió daños estructurales. La destrucción ha interrumpido servicios esenciales, con dos grandes reservas de agua destruidas y redes de comunicación intermitentes. En un gesto de solidaridad, los países vecinos, Australia y Nueva Zelanda, anunciaron planes para enviar equipos médicos y personal de búsqueda y rescate para ayudar a la nación golpeada. El gobierno de Vanuatu está coordinando estos esfuerzos, enfocándose en proporcionar asistencia inmediata a las áreas más afectadas. Las secuelas del terremoto han dejado numerosos temblores adicionales, complicando aún más los esfuerzos de recuperación. Las fotos del lugar muestran edificios en ruinas y calles llenas de escombros, mientras que la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU ha advertido que hasta 116,000 personas podrían verse afectadas por el desastre. Señalaron que los desafíos de acceso y comunicación siguen siendo un obstáculo significativo en los esfuerzos de ayuda. Los equipos de rescate han destacado la naturaleza precaria de su trabajo mientras navegan a través de toneladas de escombros. Thompson describió haber escuchado señales de vida provenientes de debajo de los escombros, lo que indica que algunos sobrevivientes podrían estar aún atrapados. La resiliencia de la comunidad está siendo puesta a prueba mientras se unen para apoyarse mutuamente en este momento de crisis. A medida que la situación evoluciona, la magnitud total de los daños y el número de vidas perdidas sigue siendo incierta. Sin embargo, el indomable espíritu del pueblo de Vanuatu brilla mientras enfrentan uno de los desastres naturales más significativos en la historia de la región, con la esperanza de que más vidas puedan ser salvadas en medio de la desesperada búsqueda de sobrevivientes.