España registra 223.278 defunciones en 2024, con el corazón como principal causa

España registra 223.278 defunciones en 2024, con el corazón como principal causa

En 2024, España registró 223.278 muertes. Las enfermedades del corazón y el cáncer siguen siendo las principales causas, aunque disminuyeron muertes por infecciones.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud

En los primeros seis meses de 2024, España ha visto un total de 223.278 defunciones, según la estadística publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este número refleja una ligera disminución de 1.181 muertes en comparación con el mismo período del año anterior. Sin embargo, persiste una tendencia preocupante: las enfermedades del sistema circulatorio, en particular las patologías isquémicas del corazón, continúan siendo la principal causa de muerte en el país. La estadística del INE revela que 13.656 personas perdieron la vida por problemas relacionados con el corazón, lo que subraya la necesidad de prestar atención a la salud cardiovascular y de promover campañas de prevención y concienciación. Al mismo tiempo, las enfermedades cerebrovasculares también figuran entre las causas más frecuentes, con 11.675 defunciones, lo que pone de manifiesto la carga que estas enfermedades representan para la sociedad española. De manera alarmante, el cáncer también sigue siendo una de las principales causas de muerte en el país. En particular, el cáncer de bronquios y pulmón ha mostrado un incremento significativo, con 11.677 defunciones registradas. Este aumento contrasta con otras formas de cáncer, como el de colon, cuyos fallecimientos totalizaron 5.171. Resulta evidente que la lucha contra el cáncer sigue siendo una prioridad en el ámbito de la salud pública. En un panorama más positivo, se ha observado una notable disminución en las muertes atribuibles a enfermedades infecciosas, que se redujeron en un 13,1%. Entre estas, la Covid-19, que había sido uno de los principales flagelos de los últimos años, ha visto caer sus cifras de mortalidad en un 26,8%. Este descenso es un reflejo del avance en la vacunación y la mejora de la atención sanitaria. La distribución geográfica de estas defunciones también revela disparidades significativas entre las comunidades autónomas. Navarra, Cantabria y Castilla y León han registrado los mayores incrementos en las tasas de mortalidad, mientras que Ceuta y Melilla han visto las mayores reducciones. Estos datos sugieren que las condiciones de salud y el acceso a la atención médica pueden variar ampliamente en diferentes regiones del país, lo que merece una atención especial por parte de los responsables de políticas de salud. En cuanto a las causas externas de muerte, las caídas accidentales se posicionaron como la principal causa, con 2.067 fallecimientos, reflejando un aumento del 7,25% en comparación con el año anterior. Por otro lado, los suicidios, que también son un tema de creciente preocupación social, se han reducido en un 12,6%, aunque la mayor parte de las víctimas continúa siendo masculina, con un alarmante 72,9%. Asimismo, la mortalidad relacionada con enfermedades degenerativas como la demencia y el Alzheimer ha mostrado un aumento. En el caso de la demencia, el número de muertes alcanzó los 11.331, mientras que el Alzheimer contabilizó 6.900 defunciones. Este incremento plantea un desafío significativo a medida que la población envejece y se hace más vulnerable a estas condiciones. Es importante que tanto las instituciones de salud como la sociedad civil se unan para abordar estos problemas. La promoción de estilos de vida saludables, el fomento de revisiones médicas regulares y la sensibilización sobre la salud mental son pasos cruciales para invertir estas tendencias preocupantes. Con el auge de la tecnología médica y el acceso a información de salud, la población tiene más herramientas que nunca para cuidar de su bienestar. No obstante, es fundamental que se establezcan políticas públicas que aseguren que estos recursos estén disponibles para todos, independientemente de su ubicación geográfica o situación socioeconómica. La estadística presentada por el INE es un llamado a la acción. A medida que entramos en la segunda mitad de 2024, la sociedad española debe reflexionar sobre estos datos y trabajar en conjunto para mejorar la salud pública, reducir las tasas de mortalidad y, en última instancia, garantizar una vida más larga y saludable para todos.

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