Un devastador terremoto de magnitud 7.3 golpea Vanuatu, dejando a Port Vila en ruinas.

Un devastador terremoto de magnitud 7.3 golpea Vanuatu, dejando a Port Vila en ruinas.

Un terremoto de magnitud 7.3 golpeó Vanuatu, causando graves daños en Port Vila, derribando edificios, interrumpiendo las comunicaciones y provocando esfuerzos de rescate.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Un poderoso terremoto golpeó Vanuatu el martes, causando estragos en la capital, Port Vila. El sismo de magnitud 7.3, que ocurrió a una profundidad de 57 kilómetros aproximadamente 30 kilómetros frente a la costa de Efate, se registró a las 12:47 PM, hora local, enviando ondas de choque a través del bajo archipiélago situado en el propenso al terremotos Cinturón de Fuego del Pacífico. El temblor fue seguido por una réplica de magnitud 5.5 y una serie de temblores menores, lo que inquietó aún más a una población de alrededor de 320,000 habitantes. El impacto fue devastador, particularmente para un edificio de cuatro pisos de concreto en Port Vila que albergaba misiones diplomáticas de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. Informes de testigos y fotos del lugar revelaron que la planta baja de este edificio había quedado completamente aplastada. Tanto las embajadas de EE. UU. como la de Francia confirmaron que su personal estaba a salvo, aunque la misión francesa fue descrita como "destruida". Michael Thompson, un residente local, reportó haber visto cuerpos entre los escombros y señaló que un deslizamiento de tierra había sepultado un autobús en una de las calles de la ciudad, lo que indicaba la posibilidad de víctimas fatales. La destrucción provocada por el terremoto se extendió más allá del bloque diplomático; al menos dos puentes fueron reportados colapsados y numerosos edificios quedaron en ruinas. Thompson describió la estructura de la embajada como "completamente plana", señalando que los pisos superiores permanecían en pie pero se habían desplazado de manera peligrosa. Se vio a muchas personas heridas siendo transportadas a un hospital local, donde se habían instalado estaciones de triaje improvisadas afuera, y otros esperaban atención médica urgente, con sus heridas visibles en vendajes. El terremoto también provocó deslizamientos de tierra significativos, con toneladas de tierra cayendo por las laderas sobre la terminal de embarque internacional. Afortunadamente, las evaluaciones iniciales indicaron que los edificios del puerto estaban en gran medida intactos. Las operaciones de vuelo dentro y fuera de Vanuatu se vieron interrumpidas, con varias aerolíneas, incluidas Qantas y Virgin Australia, suspendiendo sus servicios ante preocupaciones sobre posibles daños en las instalaciones del aeropuerto. El terremoto causó una interrupción generalizada en las redes de comunicación, con la mayoría de la conectividad móvil cortada, complicando los esfuerzos de rescate. Thompson compartió que los respondedores locales ya estaban comprometidos en operaciones de rescate, necesitando urgentemente personal capacitado para evacuaciones médicas y operaciones de rescate especializadas en terremotos. Videos del lugar mostraron a rescatistas uniformados trabajando diligentemente para desenterrar sobrevivientes de estructuras colapsadas. Mientras la ciudad lidiaba con las secuelas del terremoto, los informes indicaban que muchos negocios locales habían sufrido una extensa destrucción. Nibhay Nand, un farmacéutico con conexiones en la región, compartió que su personal en Port Vila estaba evaluando los daños extensos a sus tiendas y edificios circundantes. Inicialmente, se emitió una alerta de tsunami tras el terremoto, prediciendo olas de hasta un metro para ciertas áreas. Afortunadamente, esta advertencia fue levantada poco después por el Centro de Advertencia de Tsunamis del Pacífico. En respuesta al desastre, Australia expresó su disposición a ayudar, con la ministra de Relaciones Exteriores, Penny Wong, reafirmando el compromiso de apoyar a Vanuatu en su momento de necesidad, enfatizando los lazos estrechos entre las naciones. Vanuatu ha sido reconocido durante mucho tiempo como uno de los países más vulnerables a desastres naturales, incluidos terremotos, tormentas, inundaciones y tsunamis, como se destaca en el Informe Mundial de Riesgo anual. A medida que la comunidad comienza a evaluar la magnitud total de los daños y el costo humano, la urgente necesidad de ayuda y apoyo internacional nunca ha sido más clara.

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