Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Los Estados Unidos han cerrado oficialmente su embajada en Vanuatu tras un poderoso terremoto que causó daños significativos a la misión en la capital, Port Vila. El anuncio se realizó a través de la embajada estadounidense en Papúa Nueva Guinea, que confirmó que todo el personal presente durante el sismo está a salvo y contabilizado. La embajada declaró en las redes sociales: "Nuestros pensamientos están con todos los afectados por este terremoto", destacando la preocupación por los residentes locales impactados por el desastre. El terremoto, que registró una magnitud de 7.3, ocurrió a una profundidad de 57 kilómetros frente a la costa de Efate, la isla principal de Vanuatu, alrededor de las 12:47 PM, hora local. Los temblores se sintieron ampliamente, lo que generó preocupación inmediata en toda la región, especialmente dada la ubicación de Vanuatu dentro del Cinturón de Fuego, una zona conocida por su actividad tectónica. Después del terremoto principal, se produjo una réplica de magnitud 5.5, junto con varios temblores menores que continuaron sacudiendo la isla. Vanuatu, un archipiélago que alberga alrededor de 320,000 personas, está acostumbrado a la actividad sísmica, pero la magnitud de este terremoto ha alarmado tanto a las autoridades locales como a los observadores internacionales. Los informes indican que las calles de la capital estaban llenas de vidrios rotos y escombros de estructuras dañadas, pintando un sombrío panorama de las secuelas. En una respuesta coordinada, Nueva Zelanda anunció que su edificio de la Alta Comisión, que comparte instalaciones con Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, también sufrió daños significativos debido al terremoto. El gobierno de Nueva Zelanda expresó su profunda preocupación por la situación, enfatizando la solidaridad con Vanuatu en este momento difícil. Tras el terremoto, se emitió una alerta de tsunami, con proyecciones de olas de hasta un metro de altura. Afortunadamente, la alerta fue levantada poco después por el Centro de Advertencia de Tsunamis del Pacífico, aliviando algunos temores inmediatos. Sin embargo, la posibilidad de réplicas y el riesgo de deslizamientos de tierra debido a la infraestructura dañada siguen siendo preocupaciones apremiantes para la nación insular. Australia también ha extendido su apoyo, con la ministra de Relaciones Exteriores, Penny Wong, declarando: "Vanuatu es familia y siempre estaremos allí en tiempos de necesidad". Este sentimiento subraya los estrechos lazos y los acuerdos de asistencia mutua dentro de la región, especialmente frente a desastres naturales. Vanuatu ha ocupado consistentemente el lugar de una de las naciones más vulnerables a calamidades naturales, incluidos terremotos, inundaciones y tsunamis, según el informe anual de Riesgo Mundial. La situación actual enfatiza aún más la necesidad de apoyo internacional continuo y preparación para desastres mientras el país navega por las secuelas de este último evento sísmico. A medida que comienzan los esfuerzos de recuperación, la comunidad global observa de cerca, lista para ofrecer asistencia para ayudar a Vanuatu a reconstruir sus áreas afectadas.