Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un poderoso terremoto de magnitud 7.3 golpeó cerca de Vanuatu el martes por la tarde, enviando ondas de choque que sacudieron la nación insular del Pacífico y provocaron pequeñas olas de tsunami. El sismo, con epicentro a aproximadamente 18 millas de la costa de Port Vila, la capital, ha causado daños significativos a la infraestructura, incluyendo la Embajada de EE. UU., y ha dejado a gran parte de la nación lidiando con sistemas de comunicación interrumpidos. Los informes indican que la Embajada de EE. UU. en Port Vila sufrió daños considerables, con imágenes que circulan en las redes sociales revelando que al menos un piso del edificio se ha colapsado. La embajada ha anunciado que permanecerá cerrada hasta nuevo aviso. El impacto del terremoto se sintió en toda la capital, donde edificios han sido parcialmente destruidos y se han visto a personas heridas recibiendo atención médica. Tras el desastre, Vanuatu ha experimentado una pérdida casi total de conectividad a internet. NetBlocks, un observatorio global de internet, informó que los sitios web de varias agencias gubernamentales, junto con los de los principales proveedores de servicios públicos, están actualmente fuera de línea. La Alta Comisión de Australia también ha confirmado que sus sistemas de comunicación en Vanuatu se han visto afectados negativamente, complicando aún más los esfuerzos de rescate y recuperación. La respuesta de emergencia se está viendo obstaculizada por la interrupción de los servicios telefónicos. Las llamadas a agencias gubernamentales y a la policía no han sido respondidas, dejando a los ciudadanos ansiosos y buscando asistencia. La Corporación de Radiodifusión y Televisión de Vanuatu ha sido fundamental para compartir actualizaciones con el público, publicando imágenes de los daños y de los esfuerzos de respuesta en curso. Después del terremoto, se emitió una breve alerta de tsunami para partes de Vanuatu, aunque esta fue rápidamente desactivada tras la confirmación de que la amenaza inmediata había pasado. El Centro de Advertencia de Tsunamis del Pacífico registró olas de tsunami de hasta 0.8 pies por encima de los niveles de marea normales golpeando la costa, lo que generó temores de que la situación pudiera empeorar. Vanuatu, un archipiélago de más de 80 islas con una población de aproximadamente 300,000, está situado a unas 1,000 millas al noreste de Australia. La región es conocida por su actividad sísmica, pero la magnitud de este terremoto ha suscitado preocupaciones sobre la resiliencia de la infraestructura y la preparación para emergencias en una nación que a menudo enfrenta desastres naturales. A medida que comienzan los esfuerzos de recuperación, el enfoque estará en evaluar la magnitud total de los daños y apoyar a los afectados. Es probable que las organizaciones de ayuda locales e internacionales desempeñen un papel crucial en la provisión de asistencia a la nación insular mientras lidia con las secuelas de este devastador evento.