Juan Brignardello Vela
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A medida que los New York Rangers navegan por una temporada desafiante, las conversaciones en torno al joven delantero Kaapo Kakko se están intensificando, especialmente tras su ausencia por decisión técnica en el partido contra los St. Louis Blues. Con solo 23 años, Kakko ha mostrado destellos de promesa, acumulando 14 puntos en 29 partidos esta temporada y manteniendo un respetable rating de más-10. Sin embargo, con el equipo luchando, las preguntas sobre su futuro en Nueva York se están volviendo más insistentes, llevando a aficionados y analistas a especular sobre su valor en un posible traspaso. Kakko, seleccionado en segundo lugar en el draft de 2019, ha jugado 329 partidos en la NHL, un número superado solo por Jack Hughes en su clase de draft. A pesar de su potencial, aún no ha cumplido con el estatus de superestrella que se espera de un segundo pick global. Su mejor temporada hasta la fecha fue el año pasado, cuando anotó 18 goles y terminó con 40 puntos. En comparación, varios jugadores notables de la misma clase de draft ya han sido traspasados, lo que ofrece una idea del tipo de retorno que los Rangers podrían esperar si deciden separarse de Kakko. Los traspasos recientes que involucran a jugadores del draft de 2019 ilustran un panorama variado de retornos. Por ejemplo, Kirby Dach de Chicago fue intercambiado con Montreal a cambio de una mezcla de selecciones, a pesar de haber mostrado menos en ese momento que Kakko ahora. Por el contrario, Bowen Byram de Colorado fue cambiado por un prometedor agente libre restringido, lo que resalta la disparidad en el valor percibido entre los jugadores seleccionados en la primera ronda. Para Kakko, un traspaso podría resultar en una selección de segunda ronda o una combinación de selecciones posteriores, pero la expectativa de un retorno sustancial parece menos probable. En medio de estas discusiones, el capitán de los Rangers, Chris Kreider, reflexionó sobre la reciente salida de Jacob Trouba, enfatizando el costo emocional de perder a un compañero de equipo y líder. Kreider destacó el impacto significativo de Trouba en el equipo y en la comunidad, comparando este traspaso con la salida anterior de Ryan Callahan en 2014. En ambos casos, el equipo enfrentó el desafío de llenar un vacío de liderazgo, pero la diferencia radica en la calidad del retorno; el traspaso de Trouba no proporcionó asistencia inmediata para una plantilla en problemas. Bajo las circunstancias actuales, el liderazgo de Kreider será crucial mientras el equipo busca recuperar su estabilidad. Los Rangers han tenido problemas desde el traspaso de Trouba, con un récord de 2-4-0 y sufriendo una desalentadora derrota ante los Los Angeles Kings. La frustración entre los aficionados se ha vuelto palpable, con abucheos resonando en la arena tras actuaciones decepcionantes. Sobre el hielo, los problemas defensivos del equipo se han exacerbado por la falta de profundidad tras los traspasos y las lesiones a jugadores clave. El joven defensa Zac Jones ha visto un aumento en su tiempo de juego, pero los resultados no han sido alentadores. La falta de un rendimiento consistente por parte de la unidad defensiva, sumada a la exigente carga que se ha puesto sobre los jugadores emergentes, destaca un problema sistémico dentro de la estructura del equipo. A medida que los Rangers avanzan en esta temporada, el enfoque sin duda seguirá en el rendimiento de Kakko y su potencial valor en un traspaso, junto con los ajustes en el liderazgo y la dinámica del equipo. Las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán fundamentales para dar forma al futuro de esta plantilla, y la presión está aumentando mientras los aficionados esperan un cambio tanto en el rendimiento individual como en el éxito general del equipo.