Rafael Louzán asume la presidencia de la RFEF en busca de estabilidad y confianza

Rafael Louzán asume la presidencia de la RFEF en busca de estabilidad y confianza

Rafael Louzán asume la presidencia de la RFEF en un momento crítico, buscando restaurar la confianza tras el escándalo Rubiales.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha entrado en una nueva era tras la elección de Rafael Louzán como su nuevo presidente, un cambio necesario en un momento crítico para el deporte rey en el país. Louzán, quien hasta ahora se desempeñaba como presidente de la Federación Gallega de Fútbol, asumirá el cargo con la responsabilidad de restaurar la confianza en la organización y abordar los desafíos que han surgido en el contexto de la crisis institucional que se desató en agosto de 2023, tras el escándalo que involucró a Luis Rubiales y la selección femenina. Louzán reemplaza a Rubiales, quien dejó una RFEF marcada por la controversia, especialmente tras la victoria de la selección femenina en el Mundial y el caso de Jennifer Hermoso que desató un intenso debate sobre el machismo en el deporte. La elección de Louzán, un político con experiencia en el ámbito del deporte, ha sido recibida con expectativas variadas. Los miembros de la comunidad futbolística esperan que su liderazgo traiga una nueva dirección y estabilidad, tan necesarias en estos tiempos inciertos. El nuevo presidente ha llegado con un trasfondo que, a pesar de sus credenciales, no está exento de polémica. Louzán enfrenta una condena de siete años de inhabilitación por un delito de prevaricación relacionado con la concesión de una subvención a una empresa para obras en un campo de fútbol. Este aspecto de su carrera ha causado cierta inquietud entre los aficionados y las autoridades, quienes se preguntan si su pasado podría afectar su capacidad para liderar la federación en esta nueva etapa. Nacido en Pontevedra el 21 de noviembre de 1967, Louzán ha sido una figura destacada en el ámbito del fútbol gallego desde 2014. Su experiencia como miembro de la junta directiva de la RFEF desde diciembre de 2019 le proporciona un conocimiento interno que, se espera, utilizará para abordar los problemas que enfrenta la organización. Sin embargo, su camino hacia la presidencia no ha estado exento de sorpresas y giros inesperados. El proceso electoral estuvo marcado por la incertidumbre, y la retirada de Sergio Merchán, presidente de la Federación Extremeña, a pocos minutos de la votación, dejó a Salvador Gomar como el único oponente de Louzán. Gomar, quien ha estado al frente de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana desde 2018, era visto como un rival serio y su retirada ha generado cuestionamientos sobre las dinámicas internas de la federación y la política detrás de las elecciones. La victoria de Louzán no solo representa un cambio de liderazgo, sino también una oportunidad para sanar las heridas del pasado y avanzar hacia un futuro más prometedor para el fútbol español. Sin embargo, expertos en gestión deportiva advierten que la RFEF no puede permitirse otro tropiezo, y la presión para que Louzán demuestre su capacidad de liderazgo y transparencia será intensa desde el comienzo de su mandato. Uno de los principales retos que enfrentará el nuevo presidente será establecer un diálogo efectivo con las diferentes partes interesadas en el fútbol, incluyendo jugadores, clubes y aficionados. La desconfianza generada por la gestión de Rubiales requiere un esfuerzo significativo para reconstruir la relación entre la federación y la base del deporte. En este nuevo capítulo del fútbol nacional, la RFEF tiene la oportunidad de redefinir su imagen y enfocar su trabajo en la promoción y el desarrollo del deporte en todas sus categorías. La visibilidad y el apoyo a la selección femenina, que ha demostrado ser un referente de éxito y resiliencia, también deberá ser una prioridad en la agenda de Louzán. Mientras tanto, la comunidad futbolística observa con atención y expectación. La esperanza es que bajo la dirección de Rafael Louzán, la federación pueda superar las adversidades del pasado y centrarse en el futuro, contribuyendo a un ambiente más positivo y constructivo en el fútbol español. Con tanto en juego, el tiempo dirá si este cambio de liderazgo será el inicio de una nueva era de crecimiento y estabilidad para el fútbol en España.

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