Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Gabriel Teofelus, un padre de cuatro hijos de 29 años, está luchando por su vida en el Hospital Intermedio de Oshakati tras un trágico accidente laboral ocurrido el 26 de noviembre en Oshikuku, en la región de Omusati. Teofelus recibió una descarga eléctrica mientras trabajaba en la parte superior de un edificio, un incidente que lo ha dejado con graves quemaduras y un inmenso dolor. Desde su cama de hospital, Teofelus compartió los desgarradores detalles de su accidente, revelando que su cuerpo está extensamente quemado, salvo su cabeza. Recordó el momento en que sucedió: mientras llevaba un objeto metálico, este entró en contacto con un cable eléctrico, resultando en lesiones catastróficas. “No puedo caminar, estar de pie ni sentarme,” lamentó, con lágrimas corriendo por su rostro mientras expresaba su profunda preocupación por sus cuatro hijos, que ahora enfrentan un futuro incierto sin su principal sustento. Teofelus ha sido un empleado diligente en Okapyala Trading CC durante más de cinco años, conocido por su arduo trabajo y habilidades de soldadura que han atraído clientes a la empresa. Su empleador, Helungi Petrus, describió a Teofelus como un activo invaluable para el negocio y expresó los desafíos que la empresa enfrenta en su ausencia. “Desde que se lesionó, la productividad de nuestra empresa ha disminuido,” afirmó Petrus, enfatizando la calidad del servicio que Teofelus brindaba consistentemente. Sin embargo, en medio de su sufrimiento físico, Teofelus ha expresado su insatisfacción con la atención médica que ha recibido. Afirma que el personal del hospital ha sido poco amable, alegando que manejan su cama de manera brusca y solo le han proporcionado alivio del dolor en forma de tabletas de Panado. Estas afirmaciones han sido refutadas enérgicamente por el Dr. Ruben Kanime, el médico supervisor del Hospital de Oshakati, quien declaró que Teofelus ha recibido atención integral desde su ingreso, incluyendo una variedad de medicamentos destinados a aliviar su dolor. El Dr. Kanime también abordó los desafíos operativos dentro del hospital, explicando que los pisos desiguales en algunos pasillos complican el movimiento de las camas, lo que puede causar incomodidad a los pacientes. En medio de la incertidumbre sobre su recuperación, la familia de Teofelus busca mejores opciones médicas, incluyendo una posible transferencia a un hospital privado o incluso tratamiento en el extranjero para un trasplante de riñón, una necesidad derivada de sus lesiones. Sin embargo, las limitaciones financieras amenazan con obstaculizar sus esfuerzos. El director ejecutivo de salud, Ben Nangombe, ha informado a la familia sobre un fondo especial establecido para ayudar a pacientes que necesitan tratamiento fuera de los hospitales públicos, animándoles a acercarse a las oficinas correspondientes en busca de apoyo. La hermana de Teofelus, Secilia Shiwedha, destacó la grave situación, enfatizando que los ingresos de su hermano eran vitales para la supervivencia de la familia. “No le gusta pasar hambre. Es un verdadero luchador,” expresó, subrayando las luchas inmediatas que enfrenta la familia tras este trágico incidente. Mientras Teofelus lucha por su vida, la comunidad se queda reflexionando sobre las implicaciones de la seguridad laboral y los sistemas de apoyo disponibles para aquellos afectados por accidentes tan devastadores. La esperanza sigue siendo que, a través de la intervención médica y el apoyo comunitario, Teofelus pueda superar este capítulo desgarrador y regresar a su familia y su trabajo.