Los residentes de Channelview enfrentan una crisis de salud mientras el benceno tóxico amenaza la seguridad de la comunidad.

Los residentes de Channelview enfrentan una crisis de salud mientras el benceno tóxico amenaza la seguridad de la comunidad.

Channelview, Texas, enfrenta una crisis de salud con altos niveles de benceno detectados, lo que genera preocupación por la inadecuada supervisión estatal y los riesgos para los residentes.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud

Los residentes de Channelview, Texas, enfrentan una preocupante crisis de salud pública, ya que se continúan detectando niveles peligrosamente altos de benceno, un carcinógeno conocido, en la zona, sin la adecuada notificación o supervisión por parte de los reguladores estatales. A pesar de las advertencias de expertos ambientales y funcionarios estatales que datan de hace casi dos décadas, la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ) no ha informado a los residentes sobre los graves riesgos que representan estas emisiones tóxicas. Datos recientes recopilados por los equipos de monitoreo móvil de la TCEQ revelaron niveles alarmantes de benceno que se encontraron tres veces por encima de la guía horaria de Texas, que ya es la más débil del país. Estas lecturas no solo eran más altas que los estándares estatales, sino que también superaron las pautas establecidas por California, que registró niveles de benceno en Channelview en tasas casi 20 veces superiores a lo que se considera aceptable. Public Health Watch, que obtuvo informes de calidad del aire de la TCEQ a través de solicitudes de registros abiertos, destacó que muchas de estas lecturas peligrosas ocurrieron muy cerca de vecindarios residenciales. A pesar de estos hallazgos alarmantes, los residentes de Channelview no recibieron advertencias ni notificaciones sobre la calidad del aire peligrosa que los rodea. En cambio, permanecen desinformados sobre los posibles impactos en la salud vinculados a la exposición a corto y largo plazo al benceno, que pueden incluir somnolencia, mareos y un mayor riesgo de condiciones más graves como leucemia y problemas reproductivos. Los expertos están particularmente preocupados por las implicaciones de esta falta de comunicación por parte de la TCEQ. Loren Hopkins, profesor de la Universidad Rice y experto en ciencias ambientales, indicó que los residentes pueden enfrentar un riesgo total de cáncer de por vida de 78 casos por cada millón de personas, que es más del doble del promedio estatal y nacional. Este riesgo podría ser significativamente mayor si las prácticas de monitoreo actuales no logran capturar con precisión la contaminación que emana de instalaciones industriales como K-Solv, una planta de distribución de productos químicos ubicada a solo 600 pies de las casas. Yvette Arellano, directora del grupo de justicia ambiental Fenceline Watch, expresó su frustración por la falta de transparencia y supervisión. Señaló que las comunidades cercanas al Canal de Navegación de Houston han estado conscientes durante mucho tiempo de su exposición a contaminantes nocivos, calificando la situación de "reprehensible" e indicativa de un abandono sistémico hacia las comunidades marginadas. El corazón del problema radica en el marco regulatorio que rige el monitoreo de la calidad del aire en Texas. El portavoz de la TCEQ defendió las pautas de la agencia, afirmando que están "muy por debajo" de los niveles que muestran efectos en la salud. Sin embargo, estos estándares no se han actualizado para reflejar datos científicos más recientes, que podrían proteger mejor a los residentes. En cambio, la TCEQ ha relajado sus propias pautas de benceno a lo largo de los años, permitiendo que empresas como K-Solv amplíen sus operaciones a pesar de las preocupaciones continuas sobre las emisiones. El programa de monitoreo móvil de la agencia ha visto reducciones significativas desde mediados de la década de 2000, y la TCEQ ha movido estaciones de monitoreo clave más lejos de las fuentes de contaminación. Este cambio ha enmascarado los verdaderos niveles de exposición al benceno que enfrentan los residentes de Channelview, ya que la ubicación del monitor estacionario se ha ajustado para presentar lecturas más favorables, reduciendo la visibilidad de la crisis del benceno en la comunidad. A la luz de las significativas emisiones de benceno documentadas por la TCEQ y estudios independientes, la falta de acción o incluso de reconocimiento por parte de la agencia plantea preguntas sobre la responsabilidad regulatoria en Texas. Con quejas continuas de trabajadores cercanos y nuevos informes de fugas químicas de K-Solv, el llamado de la comunidad por transparencia y acción inmediata es más fuerte que nunca. Mientras Channelview lidia con estas condiciones peligrosas, los residentes se preguntan si su salud y seguridad serán alguna vez priorizadas sobre los intereses industriales. Ha llegado el momento de que tanto la TCEQ como los responsables políticos locales tomen medidas decisivas para asegurar que los residentes de Channelview ya no se queden en la oscuridad sobre los peligros que acechan en su aire.

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