Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un movimiento decisivo para salvaguardar a los residentes de los peligros inminentes que representa el Monte Kanlaon, el Grupo de Trabajo Regional Kanlaon ha emitido una orden de evacuación obligatoria para las familias que residen dentro de la zona de peligro permanente de 6 kilómetros (PDZ). Esta directiva de evacuación afecta a comunidades de varias localidades en Negros Occidental y Negros Oriental, incluyendo La Castellana, La Carlota City, Bago City y San Carlos City, así como Canlaon City. A medida que se acerca la fecha límite para la evacuación, el 16 de diciembre, las autoridades informan una impresionante tasa de evacuación del 81%, habiendo reubicado aproximadamente a 3,066 familias, o un estimado de 12,316 individuos, de la zona de peligro designada. La ciudad de Canlaon enfrenta el desafío más significativo, con 1,277 familias aún en la zona, mientras que La Castellana y La Carlota City siguen con 983 y 695 familias respectivamente. La urgencia de la orden de evacuación surge de serias preocupaciones sobre la actividad volcánica en Kanlaon, que recientemente ha estado marcada por una preocupante acumulación de 3 millones de metros cúbicos de lahar. En un memorando fechado el 14 de diciembre, el grupo de trabajo enfatizó que la evacuación forzada tiene como objetivo garantizar la seguridad y protección de las familias en anticipación a una posible re-erupción o peores escenarios. A pesar de los riesgos, algunas familias, particularmente entre las comunidades indígenas en Canlaon City, han expresado reticencia a abandonar sus hogares. Esta renuencia ha llevado a las autoridades a implementar medidas estrictas para facilitar el proceso de evacuación, que incluye horarios designados para la entrada y salida de la PDZ, limitados a las horas de 6 a.m. a 4 p.m. Las unidades de gobierno local y las agencias de seguridad están gestionando los puntos de control y asegurando el tránsito seguro de las personas dentro y fuera de la zona de peligro. Hasta el 15 de diciembre, la Oficina de Defensa Civil de las Visayas Occidentales reportó que la reciente actividad volcánica ha desplazado a un asombroso total de 6,776 familias, que comprenden alrededor de 22,771 individuos. Se han establecido refugios de evacuación en varios municipios, con 4,881 familias actualmente alojadas en 28 centros solo en Negros Occidental. La Castellana tiene la mayor concentración de evacuados, con 2,825 familias buscando refugio, mientras que Negros Oriental está acogiendo a 1,243 familias adicionales. En respuesta a la crisis humanitaria, el Departamento de Bienestar Social y Desarrollo y organizaciones locales han movilizado esfuerzos para proporcionar ayuda, distribuyendo casi 14.8 millones de pesos en asistencia, incluyendo paquetes de alimentos, kits de higiene y materiales para dormir a los afectados. Además, la situación también ha requerido la evacuación de ganado, con funcionarios locales designando áreas específicas para el refugio de animales. El gobierno municipal ha actuado rápidamente para ayudar a los agricultores a reubicar su ganado, aunque algunos han recurrido a la venta de pánico, reduciendo drásticamente los precios para encontrar compradores rápidamente. Aumentando los desafíos, las instituciones educativas en Bago City han cambiado a instrucción modular y en línea a partir del 16 de diciembre, como medida de precaución ante las amenazas volcánicas en curso. Las clases presenciales han sido suspendidas, y se alienta a los estudiantes a permanecer en casa, asegurando su seguridad durante este período crítico. A medida que las comunidades lidian con las implicaciones de la actividad volcánica, los funcionarios locales y los grupos de trabajo continúan trabajando diligentemente, esforzándose por lograr una evacuación completa y mitigar los riesgos. La situación sigue siendo dinámica, con evaluaciones y actualizaciones en curso a medida que se acerca la fecha límite y evolucionan las condiciones.